Julio Diamante figura en los libros de historia del cine español, como director, profesor en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid en los años 60 y como director del Festival de Cine de Benalmádena entre 1971 y 1989. En las crónicas de la era de Franco, Diamante figura como dirigente de la generación del 56, la de los jóvenes universitarios, en su mayoría hijos de los vencedores, que serán la primera oleada de ya cíclica, pero permanente, oposición de una parte de los jóvenes universitarios españoles, al régimen de Franco. Fue además con su amigo el director de cine Jesús Franco, director a mediados de los años 50 del primer programa de radio de jazz en RNE que se hará en la posguerra.
Como director del festival de Benalmádena, se dará la paradoja de que Julio Diamante, hijo de un ingeniero de Caminos responsable del tendido de los puentes del Ejército de la Republica en la batalla del Ebro, detenido él mismo en varias ocasiones en 1956, recibiera el encargo de dirigir el Festival de Cine de Benalmádena de su alcalde franquista, Enrique Bolín, que le deja amplia libertad, y que a cambio gana para su ciudad que el festival prestigie a Benalmádena. Enrique era sobrino de Luis Bolín, el corresponsal de ABC en Londres que contrata el avión Dragón Rapide que hizo posible a Franco volar de Canarias a Tetuán, para iniciar su golpe de Estado. El hombre que, como responsable de prensa de los militares sublevados, será mencionado a menudo en los relatos de la guerra de España de manera muy crítica, o feroz, como por ejemplo, en las memorias del periodista y agente de la Komintern, Arthur Koestler, al que a punto estuvo personalmente Bolín de eliminarlo, o las de Kim Philby, el topo soviético que se mueve durante la guerra con la cobertura de periodista derechista de The Times, al que Bolín, engañado, elogia y que Franco condecora.