Volar y escribir. Antoine de Saint-Exupéry será, por encima de todo, aviador y escritor. Dos expresiones que abarcan todo su universo. Desde el avión tendrá una visión filosófica del mundo; las estrellas y la tierra vista desde el cielo se convertirán en un hecho poético a partir del cual abordará su creación literaria.
El mundialmente conocido autor de El Principito (Le petit prince), nació en 1900 en una familia aristocrática en decadencia. Huérfano de padre a los cuatro años, el pequeño Saint-Exupéry dio muestras tempranas de su especial sensibilidad; tan pronto bullía de imaginación y alegría, como se mostraba melancólico y callado. Será en este tiempo de infancia cuando Saint-Exupéry desarrollará los principales valores de su particular universo.
Precisamente ya entonces intentará hacer realidad su principal sueño. Movido por su ilusión, el pequeño Saint-Exupéry intentó construir un ingenio volador colocando un mástil y una vela a una bicicleta. Con ella se lanzaba a toda velocidad, con la esperanza de elevarse y volar.
Tras unos inicios algo erráticos, Saint-Exupéry encauza su vocación en el servicio militar. Aprende a pilotar en el ejército e ingresa en el 34º Regimiento de Aviación. Ya en la vida civil deberá esperar a que, con 26 años, encuentre trabajo en las Líneas Aéreas Latécoère, una de las compañías pioneras que abrió una línea de correo postal entre Toulouse y Barcelona, y que posteriormente se extendería hasta las colonias francesas en África. Su paso por la base de Cabo Juby, al sur de Marruecos, en contacto con el desierto y los beduinos, será una de sus experiencias más intensas y fértiles. La expansión de la compañía a América del Sur, le lleva a establecerse en Buenos Aires con 28 años. Allí conocerá a la que sería su esposa, Consuelo Suncín, con quien vivirá una relación apasionada y tormentosa. También visitará España como corresponsal durante la Guerra Civil. En sus crónicas relatará el conflicto desde el lado más humano de los combatientes.
A la par que se desarrollaba su carrera de piloto, iba dando forma a su obra literaria. En 1926 publicó su primer relato, El aviador. Con el trasfondo de su experiencia profesional, escribe obras como, Carta a un rehén o Vol de nuit. En 1939 publicó la que para algunos especialistas es su principal obra, Tierra de los hombres.
Durante la II Guerra Mundial decide exiliarse en Estados Unidos. A pesar de su espíritu pacifista, cuando Estados Unidos entra en guerra volverá a alistarse como piloto. Precisamente en un vuelo de reconocimiento sobre la zona de Córcega, el 31 de julio de 1944, murió abatido por un avión alemán. Un año antes se publicaba en Nueva York su obra Le petit prince, El Principito, el libro no religioso más traducido de la historia.
Julia Murga nos lleva por la vida y obra de Antoine de Saint-Exupéry de la mano de su biógrafa, Montse Morata, acompañada del periodista Antonio Iturbe, autor de A cielo Abierto, y de su traductora, Julia Escobar. Asimismo, se reproducen testimonios históricos con la voz del propio Saint-Exupéry, su madre Marie y su esposa Consuelo Suncín.
Histórico de emisiones:
03/11/2018