Refinada, estrafalaria, amigas de escritores y poetas como Marcel Proust o Jean Cocteau, musa de los pintores simbolistas, poeta y narradora, Anna de Noailles es autora de una notable producción literaria, que evoluciona desde el refinamiento clásico y manierista, hasta el tono íntimo y melancólico de sus últimas composiciones.
Nacida en París, en 1876, como Princesa de Brancovan -su padre pertenece a la más rancia nobleza centroeuropea-, la pequeña Anna recibe desde la niñez una sólida formación intelectual y artística y, muy pronto, se inclina hacia la creación literaria. Con 21 años se casa con el Conde Mathieu de Noailles, por cuya residencia parisina desfila lo mas granado del panorama cultural francés. La Condesa de Noailles también se interesa por la política, de una manera comprometida y valiente. Libre y adelantada a su tiempo, escribió a lo largo de toda su vida. A su muerte, en 1937, había recibido los máximos honores públicos de Francia.