Italia fue la cuna del Renacimiento. Mantua, Bolonia, Ferrara, Florencia, Roma, Venecia y muchos otros enclaves de evocadores nombres, fueron los lugares en los que se gestó esa búsqueda del conocimiento.
Si quienes ostentaban el poder en aquellos momentos no hubieran tenido la inquietud intelectual como para fomentar ese renacer artístico, Italia no sería lo que es hoy en día, un lugar al que acuden, desde tiempos antiguos, cientos de miles de personas ávidas de arte y cultura. La apuesta realizada hace tantos siglos por aquellos preclaros gobernantes, aún sigue dando sus frutos.
Hoy rendiremos homenaje a todos aquellos príncipes, soberanos, papas, cardenales, nobles y ciudadanos notables que ejercieron como mecenas de las artes en aquellas repúblicas, ciudades y cortes italianas de la antigüedad.