Nos saluda el “Hey, Nanny, Nanny No”, de la corte de Enrique VIII por el grupo Circa 1500. Pero no crean: es un señuelo... Hoy:::: ¡¡Heavy!! ¡¡Heavy auténtico!!... Algunas de las sonoridades más gores del repertorio. ¿Por qué será que asociamos el atonalismo con el terror? Pelis como Mamá de Fernando Velázquez. O al menos lo asociamos con lo desconocido: Viaje alucinante de Leonard Rosenman. Pero esto de atonalismo y caos lo inventó Rebel en Los elementos (1737). Disonancias, pérdidas de rumbo tonal en Durch Adams Fall… de Bach. Chopin sueña un atonalismo fantasmal en su Sonata nº 2. Explicamos qué es atonalismo más o menos. Mahler lo rozó en su Décima Sinfonía. Debussy suspendió la tonalidad en Voiles. La atonalidad como sombra de la tonalidad. La profecía de Schoenberg (ya salió), que se equivocó por unos pocos millones de años. El inmenso expresionismo de Alban Berg y su Intermedio. ¿Por qué se implantó el atonalismo como modernez oficial?... Respuesta: el OMGUS, que subvencionó Darmstadt en la Guerra Fría. Antes de la metamorfosis eran gente normal: miren Webern y su bellísimo Langsamer Satz (1905, antes de convertirse –además- al nazismo). En fin, atonalidad hasta en Indiana Jones, El planeta de los simios (el bueno, de 1968), y en el Freud de John Huston (1962, música atonal de Goldsmith): “Deje a la noche lo que le pertenece”, amigos-as.