La Sonata de Liszt (1853) es un monumento del Romanticismo, comparable a "Los Miserables" de Hugo o a "La Libertad guiando al pueblo" de Delacroix. La revisitamos, con fragmentos de la orquestación que hizo Weiner, y con nuevos datos: una canción de la princesa Anna Pawlowna se metió en el 5º tema; el pianista Szasz revela las relaciones entre la Sonata y el "Paraíso Perdido" de Milton; los acordes del tema 4º, oscurecidos y golpeados, están en el Via Crucis; este tema 4º, el Grandioso, ya está en una canción de Liszt sobre versos de Goethe que hablan de la paz... Y por lo demás, todo igual: Fausto y Mefistófeles, conflicto en los infiernos, el Re mayor como redención (que convierte a los temas diabólicos en amorosos), el movimiento central como Consolación, el sarcasmo (según Bartók) en el fugado, la lucha de monstruos (Brendel) o "lucha tétrica" (Grabócz) se reanuda y vence el tema redentor. El apacible final que Liszt finalmente compuso a sugerencia de Wagner. Una biografía, una época, un universo... caben en la Sonata.