Los monarcas europeos incrementaron su poder y lograron una preeminencia efectiva.
Tradicionalmente se ha hablado del "estado moderno" para referirse al crecimiento del poder de los soberanos en buena parte de los reinos y territorios europeos en los siglos XV y XVI. La crisis del concepto de estado aplicado a este período nos lleva a una formulación distinta, pero en cualquier caso, se trata de analizar el mismo fenómeno: el proceso por el cual los monarcas europeos incrementaron su poder y lograron una preeminencia efectiva sobre la iglesia de sus territorios, los nobles, las ciudades, las cortes y otras instancias, al mismo tiempo que perdían fuerza los llamados poderes universales del papa y el emperador.
Luis Antonio Ribot García, catedrático de Historia Moderna (UNED).