Las tipologías fueron diversas y en todas ellas se escondían múltiples mensajes.
El género del retrato se consolidó en el Renacimiento como signo entre otras cosas de poder, las tipologías fueron diversas, a caballo, bustos, de cuerpo entero y en todos ellos se escondían múltiples mensajes. Fue singular el modelo español de retrato de la casa de Austria a diferencia de otras casa reinantes como pudo ser la francesa el retrato en los Austria era austero y sin alegorías. También los virreyes encargaron sus propias series de retratos, lo usaban como fundamento de derecho, para su propia legitimación, creando una especie de linaje artificial, aunque con diferencias entre los virreyes en América e Italia.
Diana Carrió-Invemizzi, profesora de Historia del Arte (UNED).