Este modelo tiene en cuenta, además del experto, a los beneficiarios, a los usuarios y sus expectativas, sus percepciones y necesidades.
La metodología participativa es un proceso de trabajo que concibe a los participantes de los procesos como agentes activos en la construcción del conocimiento y no como agentes pasivos, simplemente receptores; de esta forma promueve y procura que todos los integrantes del grupo participen . Cuando se utiliza esta técnica en trabajo social, la percepción, análisis y solución de los problemas no depende ya solo del experto, del científico sino que se tiene en cuenta de manera primordial a los beneficiarios, a los usuarios o actores sociales y sus expectativas, sus percepciones y necesidades.
Eloy Vírseda Sanz, profesor Departamento de Trabajo Social (UNED);
Antonio Álvarez Benavides, CIMAS-UCM, y EHESS.