Sinopsis
26 años después de que Lady Di ofreciera en secreto a la BBC la que se convirtió en la entrevista del siglo, ayer su hijo Harry volvió a hacerlo acompañado de su mujer Megan Markle, con unas declaraciones demoledoras que dejaron sin palabras hasta a la gran Oprah Winfrey.
"Tu hijo no tendrá seguridad ni recibirá ningún título, me dijeron. Les preocupaba lo oscura que podría ser su piel," decía Meghan. Admitió también haber tenido pensamientos suicidas estando embarazada de su hijo Archie: "Ya no quería estar viva. Estaba avergonzada de admitir lo que me pasaba y al mismo tiempo, avergonzada de tener que decírselo a Harry por lo mucho que él había sufrido. Pero sabía que, si no lo contaba, lo haría. Simplemente no quería estar viva"
Harry tampoco escatimó en sus palabras: "Estaba atrapado, aunque no sabía que estaba atrapado hasta que conocí a Meghan. Mi padre y mi hermano también están atrapados. No pueden irse. Y siento una gran compasión por ellos", declaraba el duque Sussex. También confirmó que su familia dejó de apoyarlo financieramente en el primer cuatrimestre de 2020, cuando decidieron dejar de ser working royals: "Tengo lo que me dejó mi madre, y sin eso, no hubiéramos podido hacer esto…"
Descubrimos además que Meghan y Harry se casaron 3 días antes de su boda, en la intimidad, en el jardín de su casa... Le dijeron al arzobispo que ofició el enlace: "Mira, este espectáculo es para el mundo, pero queremos nuestra unión entre nosotros".
Una entrevista por la que la CBS ha pagado al equipo de Oprah Winfrey ni más ni menos que 7 millones de dólares y que vuelve a poner patas arriba la reputación de la casa real británica.
