Sinopsis
Si la justicia no se pronuncia antes, este viernes empieza la campaña electoral en Cataluña con un tablero político más que agitado.
El PP ha hablado claro: vetará cualquier pacto con Illa. Mientras, Ciudadanos, en caída libre según las encuestas, trata de agarrarse al efecto Illa.
Desde Moncloa insisten en no llamarle efecto Illa, prefieren “factor Illa”, una apuesta a largo plazo, pero con la vista puesta bastante más cerca, en la precampaña. Los candidatos se aferran a él, algunos, como el PP, para desmarcarse: Alejandro Fernández asegura que el socialista no será presidente si depende de sus votos.
Con respecto a Ciudadanos, Arrimadas, por primera vez, sorprendía con este mensaje: "El gobierno más centrado y mejor que se puede hacer después de las elecciones es un gobierno de Ciudadanos y del Partido Socialista (…) liderado por nosotros, que es la única forma de que sea un gobierno sensato”
Por otro lado, los independentistas denuncian que Illa forma parte de una operación de estado para frenarles. Y VOX rectifica, después de que Ortega Smith le tendiera la mano a Illa para evitar un gobierno independentista: "Vox jamás elegirá entre ERC o el PSC, porque son parte del problema", decía Ignacio Garriga.
