El acechante voyeur de Radio 3 Extra esta semana se oculta tras las palabras del escritor Germán Sierra para transformar en imágenes y sonidos un pequeño fragmento de su nuevo libro titulado 'El artefacto', que está publicado por la editorial De Conatus y cuenta con la traducción de Javier Calvo. Ya puedes ver cómo suena lo nuevo de uno de los más destacados representantes del Afterpop español.
Texto:
Interesarse por otros cuerpos implica ocultar el tuyo, cobrar consciencia de gradientes, redistribución, paranoia. Abrir un cuerpo no es una cuestión de cirugía sangrienta, sino de alquimia inmunda, de humedad y arena, de mezclar y quizás a veces de cristalizar. Un cuerpo es al mismo tiempo un problema y una sal, esperando a ser resuelto y disuelto, aunque, profundamente soterradas bajo nuestra brutal anatomía, a menudo nos perdemos la conducta astuta de serpientes y plantas carnívoras, su capacidad para engullir a un animal entero y digerirlo con deleite taciturno. Que las moléculas se sorban entre ellas, que rompan insensatamente los lazos químicos como bandas de niños psicóticos rompiendo finas patas de arañas. Me doy cuenta, por el calor y el aroma, que ahora la tengo desnuda a mi lado. Cada movimiento, cada sutil contracción de sus músculos habla un lenguaje esotérico que se desvanece antes de poder ser entendido, interpretado, traducido… Cada pequeña contorsión de su carne libera un torrente sincro/táctil de ondas agridulce/cálidas que me hackea la piel, las mucosas, las tripas y los huesos, la madera, el ácido, el azúcar, el metal, el humo, la menta, la sangre, el jabón, la tinta, la celulosa, el sabor terroso de una sombra. Estoy acostado en una habitación y, sobre la superficie del papel de pared de silencio ordinario, toda semblanza de mi visión es destruida.
Luego huele a libro recién abierto y ella empieza a echarme letras sans-serif sobre la cara. Luego las briznas finas y frescas de musgo púbico me hacen cosquillas en el labio superior como una áspera pluma de cuervo, como los pasos innumerables de un ejército de hormigas. Luego ella anida cómodamente – aviarmente – en mi boca codiciosa, mis labios y sus labios vaginales se funden en el choque espumoso de dos criaturas abisales ciegas, nudibranquios disolviéndose entre sí: el monobraquio hidroide de un solo tentáculo en asociación epibiótica con el molusco pelecípodo. Células vacuoladas de consistencia casi cartilaginosa. Algas infladas exudando agua salada.
Autor: Germán Sierra
Libro: El artefacto
Traductor: Javier Calvo
Editorial: De Conatus
Música: Lisi Búa
Vídeo: Ainara Pardal
Voz: Juan Suárez