La coronación de Don Juan Carlos

Franco eligió a don Juan Carlos de Borbón y Borbón como su sucesor. La aceptación del Príncipe provocan una honda herida en las relaciones con su padre, legítimo heredero del trono. A la muerte del dictador, el rey es coronado y en su discurso transmite un mensaje al pueblo español pensando en una Transición. El Rey no escucha a los que le apodan Juan Carlos el breve. Su compromiso con la recuperación de las libertades es total. Y lo proclama desde el corazón de la democracia occidental: desde el Capitolio en Washington.

La elección de Adolfo Suárez, político del organigrama franquista para copilotar el proceso democrático, provoca una profunda decepción. Pero el rey está seguro de su apuesta. Los siguientes pasos en el camino a la libertad serían la legalización del Partido Comunista y la convocatoria de las primeras elecciones libres.