El guardia civil Ángel Pacheco Pata tenía 20 años y llevaba solo dos meses destinado en Bilbao. Tenía 20 años, estaba soltero y era natural de Ciudad Rodrigo (Salamanca), aunque había vivido desde muy pequeño en la también población salmantina de Fregeneda, de donde eran sus padres.
Tras el asesinato en Elgoibar del cabo primero Anselmo Durán Vidal, la Guardia Civil estableció controles de carretera en las zonas próximas al lugar del atentado. Uno de esos controles se situó en el Alto de San Miguel, en una carretera secundaria que conducía a Elgoibar. Un coche llegó hasta allí con las luces apagadas y, al encontrarse con los agentes, disparó contra ellos y emprendió la fuga. Las balas alcanzaron a Ángel Pacheco, que murió prácticamente en el acto.
Los terroristas eran miembros del comando Araba de ETA, que se habían desplazado a Bizkaia y se toparon accidentalmente con el control. Tras el tiroteo, un agente salió a perseguir a los agresores y encontró el vehículo abandonado, lo que hizo sospechar que habían huido por el monte. Aunque se rastreó minuciosamente la zona, no se localizó a los etarras.
Al día siguiente del atentado, tuvo lugar una manifestación en Eibar bajo el lema “No al terrorismo, sí a la Constitución”. Los manifestantes recorrieron las calles de la localidad colocando carteles de denuncia de los últimos asesinatos y repartiendo octavillas. A raíz de los atentados de Elgoibar y Markina, se convocó para el 28 de octubre otra manifestación contra el terrorismo en Bilbao, bajo el lema “Por una Euskadi libre y en paz”. Fue uno de los primeros actos de protesta multitudinarios de rechazo al terrorismo que se celebraron en el País Vasco.