Francisca Baeza Alarcón estaba con su prima Maribel González en la cafetería Rolando de Madrid cuando estalló la bomba que acabó con su vida. Tenía 45 años, estaba soltera y era profesora de Enseñanza General Básica en Valdepeñas (Ciudad Real), donde ejercía desde hacía quince años. Francisca, hija única, vivía con sus padres, también maestros pero ya jubilados. Aquel 13 de septiembre había ido a Madrid a hacer unas compras y parado con su prima en la cafetería donde solían acudir juntas siempre que se pasaba por Madrid. Maribel resultó herida pero pudo salvar la vida. Fue ella quien identificó el cadáver de su prima. Francisca fue enterrada en Valdepeñas. Sus alumnos conformaron la comitiva.