En 1979 el teniente general Luis Gómez Hortigüela se convirtió en el cargo militar más alto asesinado por ETA hasta la fecha, hecho que tuvo un gran impacto en la clase política y en la vida pública española.
Gómez, nacido en Burgos hacía 69 años, estaba casado y era padre de cinco hijos cuando murió el 25 de mayo de 1979, justo la víspera de la boda de una de sus hijas.
Mientras se dirigía en un coche oficial con los coroneles Jesús Ábalos Giménez y Agustín Laso Corral y el conductor Luis Gómez Borrego al Ministerio de Defensa, donde ese día asumía la Jefatura Superior de Personal del Cuartel General del Ejército, cuatro miembros del comando Argala, liderado por Henri Parot y a las órdenes del dirigente etarra Domingo Iturbe Abasolo, que les facilitó la información sobre Gómez, esperaron al vehículo en un cruce de calles. Haciéndose pasar por empleados de una obra les dispararon y uno de los etarras lanzó una granada dentro del coche. A Luis Gómez Borrego le trasladaron al hospital, pero murió una hora después.
Gómez entró en la Academia de Infantería con 15 años. Durante la Guerra Civil fue herido en combate y recibió la Medalla Militar Individual y la Medalla Laureada de San Fernando. Con el grado de coronel fue destinado al mando del Regimiento de Infantería Motorizado Saboya 6. Al ascender a general de brigada, fue nombrado gobernador militar de Santander y de Castellón de la Plana. Como general de división se hizo cargo de la Subinspección de Tropas y Servicios de la V Región Militar y del Gobierno Militar de Zaragoza. Ascendió también a capitán general de la III Región, entre otros cargos.
Henri Parot fue condenado a 30 años por cada una de las cuatro víctimas mortales y al pago económico a los herederos de las víctimas.
Véase también Jesús Abalos Giménez, Luis Gómez Borrego y Agustín Laso Corral.