Carlos Sanz Biurrun, de 39 años y natural de Guenduláin (Navarra) llevaba cinco años casado y no tenía hijos. En 1953 entró en el seminario diocesano de Pamplona donde estudió Filosofía y Teología, aunque no llegó a ordenarse. En 1962 entró en la Policía en Bilbao y poco tiempo después volvió a Pamplona, donde accedió a la Brigada de Investigación Criminal. Cuando ETA aumentó sus acciones terroristas en Navarra, los familiares de Sanz intentaron convencerle para que cambiara su vida profesional y priorizara su título de magisterio, pero él prefirió seguir siendo policía, profesión por la que sentía vocación.
El 8 de octubre de 1979 varios terroristas del comando Nafarroa le esperaron en la Bajada de Labrit, cerca de su casa. A las 14.45 horas, cuando estaba llegando a su domicilio, fue tiroteado por la espalda y murió en el acto.
Dos días después, ETA asumió la autoría de este asesinato y el ametrallamiento de varios policías en un bar de San Sebastián.
En 2004 se hizo un homenaje a las dos víctimas de ETA en Pamplona, Carlos Sanz Biurrun y Pedro Fernández Serrano, muerto el 5 de abril de 1979.
María Mercedes Galdós Arsuaga, miembro del Comando Nafarroa, fue condenada a una pena de 24 años de reclusión mayor. José Ramón Martínez de la Fuente Inchaurregui también fue condenado, como cómplice, a una pena de 18 años de prisión menor. Además, fueron obligados a indemnizar económicamente a los herederos de la víctima.
Véase también Pedro Fernández Serrano.