Luis Domínguez Jiménez tenía 39 años, era natural de Cantaracillo (Salamanca), llevaba 25 años viviendo en el País Vasco donde trabajaba como enterrador desde 1971. Estaba casado y tenía cinco hijos, de entre 9 y 20 años.
El 25 de enero de 1980, varios etarras robaron un coche que condujeron hasta el cementerio donde trabajaba Domínguez. Cuando salió, gritaron su nombre y él intentó protegerse en unos jardines pero fue alcanzado por un tiro en la rodilla que le hizó caer al suelo. Después, le remataron.
El 5 de junio de 1979 ETA había asesinado a Luis Berasategui Mendizábal, amigo de la víctima. Los terroristas justificaron el asesinato acusando a Domínguez de pertenecer a la extrema derecha. La víctima sabía que le vigilaban desde hacía tiempo. Era amigo de guardiaciviles porque el cuartel estaba junto al cementerio. Su esposa le había aconsejado que dejara de hablar con los agentes por seguridad, pero Domínguez siempre se negó.
José Ramón Basauri Pujana y Javier Antonio Oregui Echeberría fueron condenados a 28 años de prisión como autores del asesinato además del pago de la indemnización económica a los herederos de la víctima.
Véase también Luis Berasategui Mendizábal.