Justino Quindós López tenía 60 años, era de Ampudia (Palencia), estaba casado con Arcadia Izquierdo y tenía dos hijos. Había abandonado la Guardia Civil hacía más de 20 años y trabajaba en la empresa Beltia. Vivía en el mismo edificio que Ramón Baglietto Martínez, asesinado por ETA dos meses antes.
Justino y sus amigos, Elío López Camarón, mecánico, y Julio Muñoz Grau, empleado municipal, estuvieron viendo unos partidos de pelota antes de ir al bar Alejandro de Azcoitia. A las 20:30 horas, los tres amigos salieron del bar y continuaron de charla en plena calle Mayor. En ese momento, cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas les dispararon quince veces. Justino y Elío murieron al instante. Julio Muñoz quedó gravemente herido y falleció durante el trasladado al centro sanitario. Una de las balas entró en el bar e hirió en una pierna al policía municipal Manuel Pérez Zarzo.
Justino recibió tres disparos en el tórax y uno en la cabeza. En 2007, el Ayuntamiento de Azcoitia organizó un homenaje a siete víctimas del terrorismo de la localidad, entre los que se encontraban Justino, Julio y Elío.
Dos días después del atentado, los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA) se responsabilizaron del triple crimen. Ese mismo día, el etarra Jesús María Larzabal Bastarrika fue detenido por la Policía en el barrio de Gros de San Sebastián cuando portaba un comunicado en el que los CAA se responsabilizaban del atentado de Azcoitia. El terrorista llevaba en su poder el arma con la que disparó a Justino Quindós, Julio Muñoz y Elío López.
Por este atentado fueron condenados Jesús María Larzabal y Juan Carlos Arruti Azpitarte, en concepto de autor del atentado. Fueron sentenciados a tres penas de 25 años de reclusión mayor, así como el pago conjunto y solidario de tres indemnizaciones a los herederos de las víctimas y otra indemnización a Manuel Pérez Zarzo, herido en el atentado.
Véase también Elío López Camaróny Julio Muñoz Grau.