El guardia civil Juan García León nació en Málaga y tenía 21 años. Entró en la Guardia Civil a los 18 y fue destinado a Las Palmas. Al poco tiempo solicitó el traslado voluntario al País Vasco para estar más cerca de su familia. Poco antes de ser asesinado había solicitado un nuevo destino en Santa Cruz de Tenerife.
El 17 de noviembre de 1980 a las 6:00 horas, Juan salió de la fábrica de armas Star, en Eibar, donde había prestado servicio de protección. Conducía uno de los tres Land Rover de la Guardia Civil que circulaban por la carretera con otros siete agentes. A la salida, un comando de ETA formado por cinco terroristas ametralló el convoy. Juan fue alcanzado por ocho disparos y trasladado a la casa de socorro de Eibar, donde falleció a los pocos minutos. Otros dos agentes, Gregorio González Roldán y Juan Baños López fueron ingresados en la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián. El Ayuntamiento de Eibar acordó suspender la actividad municipal durante 24 horas.
Los etarras Fermín Ancizar Tellechea, ángel María Recalde Goicoechea y Francisco Martín Robles fueron hallados culpables como autores del atentado y condenados a 27 años de reclusión mayor y a dos penas de 13 años de prisión menor por el atentado a Gregorio González y Juan Baños. Jesús María Retolaza Loidi fue sentenciado como cómplice a 7 años de prisión mayor y José Antonio Arluciaga Iribar fue condenado a 13 años de prisión menor por dar cobijo y transporte a los terroristas.
Años después, Pedro José Picabea Ugalde fue condenado a 27 años de reclusión mayor por el asesinato de Juan García y a dos penas de 18 años de reclusión menor por las lesiones a los otros dos agentes. Las condenas incluían indemnizaciones económicas a los afectados.