El inspector José Ramón Morán González tenía 32 años y vivía en Sopelana, a 7 kilómetros de Getxo donde trabajaba como responsable de la expedición del DNI. Estaba casado y tenía una hija de 3 años. Cada día se desplazaba en tren hasta allí y caminaba hasta la comisaría. Poco después de bajar, a las 8.40 horas del 22 de abril, un terrorista le disparó por la espalda con una escopeta de caza y después se dio a la fuga en un vehículo que le esperaba cerca. El policía cayó al suelo éntrelas calles Alango y Alangoberri y falleció pocos minutos después de llegar a la casa de socorro.
ETA se hizo responsable del asesinato a través de un comunicado. Como respuesta, el 25 de abril se decretó el estado de excepción en Vizcaya y Guipúzcoa, por quinta vez desde el 5 de agosto de 1968, tras el atentado que acabó con la vida de Melitón Manzanas. José Ramón Morán era natural de La Vecilla (León). Había estado destinado en Palma de Mallorca, Torremolinos y Barcelona e intervenido en varias operaciones antiterroristas.