Jesús salió de su casa, en la avenida de Bayona de Pamplona, poco antes de las 8:00 horas, para ir a su trabajo. En el portal se encontró a una vecina a quien ayudó a llevar unos paquetes a su coche. En ese momento, un etarra que llevaba un rato sentado en un banco de la acera de enfrente, le abordó y le disparó tres tiros, uno de ellos en la nuca, resultando herido de gravedad. Otros dos terroristas se encontraban sentados en el bordillo del escaparate de una zapatería a poca distancia del primer individuo. Jesús fue trasladado al hospital de Navarra pero ingresó muerto.
Esos mismos terroristas, miembros del Comando Mendaur de ETA, ya habían intentado asesinar a Jesús el 8 de abril con el mismo procedimiento, pero la víctima no salió de su casa a la hora que preveían, por lo que no pudieron perpetrar el atentado.
Enrique Labay Machín fue condenado a 29 años de prisión por el asesinato de Jesús Blanco Cereceda y al pago de una indemnización a los herederos de la víctima. Fermín Urdiain Ciriza y Joaquín Sancho Biurrun fueron sentenciados a 30 años de reclusión mayor y a la indemnización económica correspondiente.