Alberto Aznar Feix, teniente coronel retirado desde hacía cuatro años, acostumbraba a salir de paseo con su madre por Portugalete. El 2 de julio de 1984, miembros del comando Vizcaya de ETA le siguieron en uno sus paseos. Cuando regresaban a casa en la calle María Díaz de Haro, se detuvieron a hablar con una vecina. En ese momento, uno de los terroristas se acercó y disparó a bocajarro contra Alberto. Fue trasladado al Hospital de Cruces, pero cuando llegó ya había fallecido.
La mayor parte de su carrera profesional la había realizado en Vizcaya, en el Regimiento de Artillería que existió en Basauri hasta suprimirse la unidad. Se volvió a casar tras enviudar y tenía una hija de 21 años y un hijo de 20 de su primer matrimonio.
Los etarras Juan Manuel Gaztelumendi y Joaquín Urain Larrañaga fueron condenados a 29 años de reclusión. También se les exigió una indemnización para los herederos de Alberto.