Francisco Rivas López tenía 50 años. Había nacido en Torremocha (Guadalajara) y estaba casado con Concepción Ayerbe, con quien tenía una hija de 19 años. Su primer y único destino había sido San Sebastián, donde ejercía desde hacía 26 años. Unos pistoleros de la organización terrorista ETA le asesinaron junto a su compañero Máximo Díaz Bardera en las laderas del monte donostiarra de Ulía, el 21 de mayo de 1985.
Véase el relato completo del atentado en Máximo Díaz Bardera.