Enrique Moreno Arguilea, pamplonica jubilado de 71 años, estaba casado y con tres hijos. Ex dependiente de una tienda de zapatos, cobrador de la Compañía del Tranvía de San Sebastián y viajante de comercio, fue asesinado el 2 de mayo de 1986. Aquella tarde, tras apearse de un autobús, una pareja de terroristas le disparó un tiro en la nuca. Cinco días después del atentado, ETA reconoció “su dramático error”: le habían confundido con un policía.
Afiliado al Partido Comunista de los Pueblos de España y vocal de la Asociación de Jubilados de Amara, fue condenado a muerte por Franco al intentar pasarse al Ejército Republicano durante la Guerra Civil, pena conmutada gracias a las monjas de las Escuelas de San José, que intercedieron por él ante el Caudillo.
Francisco Javier Sagarzazu Mendibe y Juan Andrés Urquizu Ormazábal fueron condenados a penas de 29 años de reclusión mayor por asesinato cualificado con premeditación y alevosía. Juan Francisco Franco Argibay también fue condenado por complicidad a 6 años y 1 día de prisión mayor. El Estado tuvo que asumir la correspondiente indemnización a la viuda de Moreno, ya que los tres terroristas se declararon insolventes.