Cristóbal Martín Luengo, de 51 años, era natural de la localidad salmantina de Valderrodrigo, donde fue enterrado. Estaba casado y tenía tres hijos. Había ingresado en la Benemérita en 1960 y llevaba destinado en Bilbao 20 años. Desde hacía cuatro años hacía trabajos administrativos en el Gobierno Militar de Vizcaya.
El 8 de septiembre de 1987, en torno a las 15:00 horas, Cristóbal Martín Luengo estaba a punto de llegar a su domicilio, en el barrio bilbaíno de Arangoiti. Tres etarras le estaban esperando en un taxi robado. Cuando le vieron llegar, dos de ellos se bajaron y le dispararon en la nuca, mientras el tercer terrorista se quedó en el coche para salir huyendo. Su mujer y una de sus hijas bajaron a socorrerle.
El etarra Joseba Koldobika, quien disparó y asesinó a Cristóbal, huyó a Francia desde donde fue extraditado a España el 4 de diciembre de 1996. En 1997 fue condenado a 33 años y 9 meses de prisión y a pagar una indemnización a los herederos de Cristóbal. Finalmente no cumplió más de nueve años en prisión.