Miguel Paredes García, donostiarra de 33 años, estaba casado y con dos hijos. Fue asesinado a tiros junto a su mujer, Elena María Moreno Jiménez, el 6 de abril de 1990 cuando salían de cenar del restaurante Txiki, en el casco antiguo de San Sebastián. En el atentado también resultó herido Javier Marcos Espiga, de 18 años, que fue operado de urgencia.
ETA justificó el doble asesinato por la supuesta relación de las víctimas con el tráfico de drogas, elevando a 12 las personas asesinadas por tal motivo hasta la fecha.
Dos días después se celebró el funeral por la pareja en la parroquia de los Padres Franciscanos de San Sebastián y fueron enterrados en el cementerio de Polloe.
Véase también Elena María Moreno Jiménez.