Francisco Almagro Carmona, granadino de 36 años, estaba casado y con dos hijos. Ex policía nacional expulsado del Cuerpo por tenencia de estupefacientes, fue asesinado en el portal de su casa en Rochapea (Pamplona), la madrugada del 3 de julio de 1990. Fue enterrado en el cementerio granadino de San José.
Germán Rubenach Roig fue condenado como autor del asesinato a 30 años de reclusión mayor, y a indemnizar a los herederos de Francisco. La pistola usada para matarle se encontró junto al cadáver del terrorista Juan María Lizarralde Urreta tras su suicido el 26 de junio de 1990.