Juan Carlos Trujillo, de 25 años y natural de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), estaba soltero y llevaba 6 años destinado en el País Vasco. Pertenecía a la Unidad Núcleo de Servicios de la Benemérita, donde realizaba labores de vigilancia en edificios públicos. Su padre, Luis Trujillo, también había sido guardia civil.
Hacia las 23:30 horas, los guardias civiles Juan Carlos Trujillo García y Eduardo Sobrino González estaban cenando en el bar Puente, un restaurante del barrio donostiarra de Eguía donde solían ir miembros de la Guardia Civil destinados en el cuartel de Intxaurrondo. Estaban sentados de espaldas a una cristalera, cuando dos etarras encapuchados se acercaron a ellos y les dispararon desde la calle Río Deva a través de los cristales. Los dos agentes murieron en el acto.
Fue enterrado en la localidad cántabra de Castro Urdiales, donde vivía su familia. Al funeral asistieron cientos de personas que rindieron homenaje al agente.
Véase también Eduardo Sobrino González.