La Llama Olímpica inicia su andadura hacia Pekín entre las protestas de grupos tibetanos

• Reporteros sin Fronteras protesta en la ceremonia por la falta de libertades en China
• El país asiático acoge la vigesimonovena edición de los juegos olímpicos

Un activista tibetano protesta en la ceremonia de la Llama Olímpica

Atenas ha acogido la ceremonia del encendido de la Llama Olímpica, ritual que precede todos los Juegos Olímpicos, el mayor evento deportivo celebrado en el mundo. La ceremonia, que ha empezado a las 10 horas, no ha estado exenta de polémica.

Tres representantes de Reporteros sin Fronteras (RSF) han conseguido superar las estrictas medidas de seguridad en el recinto de Olimpia y levantar una pancarta que llamaba al boicot de los Juegos y protestaba por la situación del Tíbet, región de China con pretensiones autonomistas.

Los activistas han irrumpido en la ceremonia cuando el presidente del Comité Olímpico Chino, Liu Qui, estaba pronunciando su discurso. El Secretario General de RSF, Robert Ménard, y otros dos miembros de esta organización internacional de periodistas han desplegado una pancarta en la que se representaban los aros olímpicos en forma de esposas, una manera de criticar la falta de libertades en China.

La ceremonia ha seguido su ritual sin más interrupciones. Un grupo de sacerdotisas se ha encargado de encender en el Templo de Hera la antorcha olímpica, que en esta ocasión era un crisol que ha prendido con los rayos del pálido sol que lucía hoy en Atenas. A partir de hoy, la llama olímpica recorrerá el camino que separa Antenas de Pekín. Los Juegos darán inicio el próximo ocho de agosto en el Estadio Olímpico de Pekín y será la vigesimonovena vez que se celebran.

Rogge condena el incidente

Desde que empezaron los incidentes en el Tíbet entre las autoridades chinas y los tibetanos que exigen mayor autonomía en la región, la cuestión tibetana ha irrumpido en la actualidad de los Juegos Olímpicos.

Tras el incidente ocurrido en el encendido de la Llama Olímpica se ha pronunciado el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, quien ha lamentado los hechos y ha declarado al final de la ceremonia que "es siempre lamentable que haya protestas, pero éstas no han sido violentas y eso es lo que importa".

Previamente, el máximo mandatario del movimiento olímpico internacional había tratado de lanzar un mensaje conciliador, al afirmar que no existe "impulso" para un boicot de los juegos, aunque reconoció que su prinicipal prioridad era "garantizar que los atletas tengan unos buenos Juegos".