El Levante certifica su descenso a la Liga BBVA

• La derrota en Huelva ante el Recre les deja sin opciones matemáticas
• Los jugadores, al menos, reciben garantías para cobrar parte de lo que se les debe

El equipo levantino no ha disfrutado una temporada normal, y lo ha acabado pagando con el descenso.

Faltan aún cuatro semanas para terminar la Liga y el Levante es ya matemáticamente un equipo de Segunda División, o Liga BBVA como se denomina ahora. El descenso quedó sellado tras la disputa de la última jornada, en la que salieron derrotados de su encuentro liguero contra el Recreativo (2 - 0).

La mala noticia llegó, paradójicamente, después de conocerse otra buena. Los jugadores sabían que iban a cobrar tras una tensa negociación con amenaza de huelga incluida para ese fin de semana. A última hora del viernes los jugadores decidieron desconvocarla, aceptando las condiciones de pago de una parte de lo que les adeudaba el club.

El presidente del Levante, Julio Romero, les trasladó una propuesta para que cobraran ocho millones de euros (se les deben 18 millones), a través de un crédito bancario que avalan a partes iguales el club y el Ayuntamiento de Valencia.

Lo cierto es que no ha sido una temporada en la que haya habido estabilidad en la entidad granota. Tres entrenadores y dos presidentes dan muestra de los vaivenes vividos en el seno del club, que en 2009 celebrará su centenario como decano de la Comunidad Valenciana.

Comenzó la temporada con Abel Resino en el banquillo, premiando al técnico que logró la salvación a dos jornadas del final de la Liga anterior. Pero los malos resultados al inicio de la presente provocaron su destitución en octubre.

Le sustituyó el italiano Giovanni de Biasi, que no logró remontar el vuelo del colista a pesar de mejorar notablemente los resultados. El entrenador italiano se marchó a mediados de abril al Torino de la Serie A de su país, dejando el equipo en manos de José Ángel Moreno, hasta la fecha director técnico de las categorías inferiores.

Una victoria ante el Getafe nada más coger las riendas del club devolvió por una semana la alegría a la afición granota. Pero los 15 puntos que les separaban de los puestos de salvación acabaron pesando como una losa, y Moreno ya piensa en planificar la próxima temporada con un objetivo claro: el regreso a Primera.