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El Barça finaliza su andadura en la Liga de Campeones

  • Al igual que en la ida, el dominio azulgrana no se traduce en gol
  • El club catalán pierde su última oportunidad de lograr un título
  • El pase a la final del Manchester United certifica el dominio inglés en Europa

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Scholes da la victoria al Manchester
El gol de Scholes fue suficiente para certificar el pase del Manchester United a la final.

Fin del sueño del Barça, precisamente en un campo al que llaman el 'Teatro de los Sueños'. El partido repitió en cierta medida el guión del jugado en el Camp Nou: dominio azulgrana sobre el Manchester United. Sólo hubo una diferencia que resultó decisiva. Esta vez los ingleses sacaron petróleo de un tiro de Scholes, que terminó con las esperanzas de llevar un título este año a las vitrinas catalanas.

El inicio del partido hacía presagiar que el Barcelona impondría su mayor calidad en el centro del campo y prometía con una internada de Messi en el primer minuto, que forzó una falta al borde del área.

La calidad de los Diablos Rojos quedaba en la punta, confiando en Tévez y Cristiano Ronaldo, ante la superioridad de los visitantes en el centro del campo. Era al contragolpe donde basaron su estrategia y la apuesta les salió redonda a los 13 minutos de partido. El veterano Scholes enganchó un patadón desde la frontal y puso la ventaja de los locales en el marcador.

Los de Frank Rijkaard tardaron en recuperarse del mazazo, mientras los ingleses se acomodaban en defensa esperando su momento para sentenciar. Un par de llegadas estuvieron a punto de complicar la vida a los culés, que tardaron casi un cuarto de hora en reaccionar.

Todos los pases buscaban a Messi, que volvía loco al francés Evra, pero no encontraba espacio para rematar ni un compañero con el que asociarse en sus internadas.

Más dominio tras el descanso

El Barça recuperó el mando del partido y lo mantuvo en la reanudación, pero seguían llegando los contraataques del United por lo menos hasta que se cumplió la hora de partido.

A partir de ese momento, el conjunto de Alex Ferguson se dedicó a defender su ventaja, renunciando cada vez más al ataque. Sin embargo, los azulgrana no sabían cómo traducir la mayor posesión en llegadas con peligro.

Rijkaard trató de meter más velocidad con la entrada de Henry y Bojan, que llevaron más presión a la portería de Van der Sar. Pero la defensa roja estuvo muy inspirada, con una actuación sobresaliente de Hargreaves, titular en lugar del lesionado Vidic.

Los últimos diez minutos fueron los de la impotencia. El Barça ofrecía fútbol en el centro del campo e inoperancia en las cercanías del área rival. Ni con la reconversión de Puyol en extremo, ni con la de Valdés en ariete en la última jugada del partido, lograron inquietar a los locales. Éstos festejaron finalmente un triunfo inmerecido con una gran dosis de suerte.