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Un clásico a medio gas

  • El Comité de Competición levanta la sanción a Gabi Heinze
  • Con la Liga asegurada, el Madrid solo se juega la honra deportiva
  • Al Barcelona le interesa la segunda plaza para evitar la ronda previa de la Champions

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Calderón y Laporta destacan las buenas relaciones entre el Real Madrid y el Barcelona

El clásico del fútbol español protagonizado por Real Madrid y Barcelona, dos eternos enemigos deportivos, llega a un estadio Santiago Bernabéu de fiesta, que disfrutará del pasillo que tendrá que hacer al campeón de la Liga un rival que desea cerrar cuanto antes una temporada para olvidar. Será el partido más destacado de la 36ª jornada.

Hace 20 años, el 1 de mayo de 1988, se produjo el último pasillo del Barcelona al Real Madrid. Aquel día, cosas del fútbol, Bernd Schuster vestía de azulgrana y contaba los días para fichar por el equipo blanco. Ahora lo vivirá desde el banquillo del Bernabéu, saboreando su primer título como técnico.

Sin embargo, el Barça no parece dispuesto a brindar al Bernabéu la inolvidable foto en todo su esplendor. Según ha informado Radio Marca, los jugadores del equipo catalán saltarán al terreno de juego con una camiseta blanca, en apoyo al lesionado Gabi Milito, que estará fuera de los terrenos de juego seis meses por una lesión en la rodilla.

El primer clásico del 2008 no tendrá el sabor habitual. La máxima rivalidad está asegurada, pero nada más que la historia y el prestigio estarán en juego entre un Real Madrid recién proclamado campeón y un Barcelona que sólo aspira al segundo puesto para evitar la fase previa de Liga de Campeones.

Llega el Real Madrid a la cita con más ganas de fiesta, saboreando aún su triunfo heroico en el Reyno de Navarra y su baño de masas en La Cibeles. Es el turno de celebrarlo en el Bernabéu.

Bernd Schuster acude con su línea defensiva tocada por la baja de Fabio Cannavaro por sanción. El Comité de Competición ha decidido, finalmente, dejar sin efecto la amarilla de Heinze, que también acarreaba suspensión. Además, la lucha por el "Zamora" de Iker Casillas, puede provocar que el portero internacional no juegue más esta temporada y Jerzey Dudek debute en Liga.

La alineación de Schuster anda pendiente de la recuperación de Guti. Ya no hay que forzar, con la Liga ganada, pero el segundo capitán no quiere perderse la fiesta y apura sus opciones para jugar recién recuperado de un esguince de rodilla. Si no llega a tiempo, su lugar lo ocupará, como en Pamplona, Mahamadou Diarra.

En la delantera tras el premio a Saviola en el último encuentro, por su buen día ante el Athletic, todo indica que le llegará el turno a su compatriota argentino Gonzalo Higuaín, el héroe en Pamplona con el gol que volteó el marcador en los instantes finales.

Para el Barcelona, el clásico de mañana se presenta en medio de un clima enrarecido. Persistentes rumores sobre la inminente llegada de Pep Guardiola, la afrenta de tener que hacerle el pasillo al Real Madrid en el Bernabeu y la obligación de ganar para tener opciones de finalizar en la segunda posición liguera y eludir la previa de la Liga de Campeones.

Tras la eliminación en Old Trafford, los hechos se han precipitado a velocidad de vértigo en el Camp Nou. La marcha de Rijkaard es un hecho y la llegada de Guardiola una realidad que sólo precisa oficialidad. Además, las listas de altas y bajas publicadas suponen un problema añadido para una plantilla que ha vivido un segundo año sin un título que llevarse.

A todo ello, hay que sumar la polémica por las amarillas que vieron Samuel Eto'o y Deco ante el Valencia, unas amonestaciones que les privará estar mañana en el Bernabeu. Desde algunos sectores se ha valorado que ambos jugadores decidieron 'borrarse' del encuentro, especialmente después de que Rijkaard recordara que ambos sabían que una amarilla les acarrearía un partido de suspensión.

Rijkaard, conciliador, ha vuelto a asumir hoy la responsabilidad ante una cuestión de la que no debería ser responsable; algo que ha hecho desde que llegó al banquillo azulgrana y se ha dedicado a proteger a sus futbolistas.

Deportivamente las cosas no están nada bien para el Barça. A la ausencia del defensa Gabi Milito por lesión en el ligamento cruzado de la rodilla se une la de Andrés Iniesta, uno de los mejores de la temporada, que también será baja por una inflamación en el menisco. La principal alta será la de Touré Yayá, que no jugó frente al Valencia, a causa de sus problemas crónicos en la espalda.

Vista la situación, el Barça intentará pescar en el Bernabeu en un partido en el que se juega algo más que su honra: la posibilidad de evitar la fase previa de la próxima Liga de Campeones, lo que trastocaría sus planes de pretemporada.