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El núcleo duro de la Davis sigue firme

  • Según Almagro no les convenció nada de lo que dijo Lissavetzky
  • Moyá asegura que no han cambiado su postura inicial

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Almagro sigue sin confiar en Muñoz
La reunión con Lissavetzky parece haber fracasado en su intención de limar asperezas.

Las posturas de los jugadores españoles de Copa Davis se mantienen prácticamente en el mismo punto desde que hicieron oficial una nota pública durante el torneo de Roma, y tras iniciarse Roland Garros, no han encontrado tiempo para reunirse y deliberar, aunque varios de ellos han expresado que siguen firmes.

Tras recibir las ofertas de la RFET llevadas a tres lugares, Elche, París y Dusseldorf, por el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, a los tenistas les corresponde ahora el turno de decidir si aceptan, matizan o rechazan el borrador, en el que no figura la firma del presidente de la RFET, Pedro Muñoz.

"Tras la reunión con Lissavetzky, no nos convenció nada de lo que nos dijo", ha señalado Nicolás Almagro. "Sabemos que nuestra postura es dura, pero es la que hemos adoptado. No vamos a firmar nada, nos reuniremos de nuevo", ha dicho.

Para Almagro la cosa está muy clara. El no ha vivido la primera etapa de las destituciones de los capitanes de Copa Davis, Juan Bautista Avendaño, José Perlas y Jordi Arrese, por ejemplo, pero se deja guiar por la experiencia de sus compañeros de más edad.

"Yo me fío de ellos porque soy el último que ha llegado aquí, el el último mono que ha cogido la piña, pero estamos unidos y no nos sentimos respaldados por él (Muñoz)", ha añadido.

"El vaso se va llenando y al final la última gota hace que se derrame", añadió Almagro que, no obstante, quiere que en París este tema no sea el principal. "Tenemos que dejar todo esto un poco aparcado. Somos tenistas y tenemos que jugar al tenis", ha declarado.

Nada ha cambiado para Moyá

Para Carlos Moyá, uno de los más implicados en esta polémica con el presidente de la RFET, nada ha cambiado.

"Las posturas siguen siendo iguales, pues una de las demandas nuestras es que no dijera nada a partir de un momento, y el otro día sale diciendo que tiene el 98% de los votos y atacándome a mí y a Feliciano", ha dicho, al tiempo que añade: "nuestra postura sigue siendo la misma. No ha cambiado nada".

Moyá ha comentado que todos estos incidentes durante las dos últimas semanas, no han afectado a su tenis, ni han tenido que ver nada con la derrota de hoy ante el argentino Eduardo Schwank, ni siquiera el escabroso tema de los mensajes al móvil. "Fue más una diversión y me hizo pasar un rato simpático, y viniendo de quien venía te lo tomas a risa", ha dicho.