Contador sigue líder en una etapa resuelta al esprint
- El alemán Andre Greipel (High Road) vence en la etapa terminada en Locarno
El alemán Andre Greipel ganó al esprint, con el permiso de su compañero el británico Mark Cavendish, la decimoséptima etapa del Giro de Italia, la más corta de la presente edición, con un recorrido de 146 kilómetros entre Sondrio y Locarno. El español Alberto Contador conservó una jornada más la maglia rosa de líder, con 41 segundos de ventaja sobre el italiano Ricardo Riccó.
Tres corredores se fueron por delante desde la salida: Francesco Gavazzi (Lampre), Mikhail Ignatiev (Tinkoff) y Yann Huguet (Cofidis), que en el kilómetro 30 tenían una ventaja de 8:15 sobre un pelotón comandado por el Liquigas.
La fuga transcurrió sin novedad hasta que el Liquigas y el High Road comenzaron a trabajar al frente del pelotón. La ventaja fue decayendo y a 50 kilómetros de la meta estaba ya por debajo de los cuatro minutos. Mientras, el líder de la carrera marchaba en el grupo arropado por sus compañeros del Astana.
Cuando faltaban 30 kilómetros para llegar a la meta de Locarno, Huguet no pudo seguir el ritmo de sus compañeros de escapada, y el ruso Ignatiev decidió, poco después intentarlo en solitario. Gavazzi, consciente de que el pelotón se les echaba encima, no intentó seguirle.
Ignatiev, un experto rodador pese a sus 23 años -fue campeón olímpico en Atenas 2004 en la carrera por puntos-, mantenía todavía un minuto de ventaja a 10 kilómetros de la llegada, pero su aventura murió poco después, tras un arreón del alemán Jens Voigt.
El High Road trabajó a fondo los dos últimos kilómetros para el británico Mark Cavendish y éste, lanzado por el alemán Andre Greipel, tuvo un bello gesto de generosidad: controló la llegada del tercer hombre y, al comprobar que no ponía en riesgo la victoria del equipo, cedió la victoria a su compañero.
El jueves se disputará la decimoctava etapa entre Mendrisio y Varese, de 147 kilómetros, considerada también ideal para los aventureros y esprinters, aunque el tramo final se presta a las sorpresas debido a los numerosos repechos, con uno que a falta de unos ochocientos metros tiene rampas que llegan al cuatro por ciento.