La selección española de balonmano se clasifica para los Juegos Olímpicos con suspense
- El equipo de Juan Carlos Pastor dominó a Túnez, pero sufrió para vencer (28-29)
- El preolímpico siembra dudas sobre la fortaleza del equipo que fue campeón del mundo
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Con suspense y emoción, la selección española de balonmano ha logrado la clasificación para los Juegos de Pekín gracias a una dura victoria conseguida frente a Túnez (28-29), que complicó las cosas a los de Juan Carlos Pastor hasta el último instante del preolímpico de París. España acompañará a Francia como clasificados en este preolímpico y repetirá participación en los Juegos, en los que sólo ha estado ausente en una ocasión.
La selección española gozó de hasta cinco goles de ventaja en la primera mitad, pero la fatiga y el nerviosismo complicaron su labor, que no estuvo completada hasta el último minuto de juego. Una gran actuación del portero Hombrados y el retorno de Iker Romero, timorato hasta este partido, además de la ya habitual aportación anotadora de Rocas y Garabaya, fueron las claves del encuentro.
Los de Pastor mejoraron en defensa, secaron a la estrella tunecina Hmem, autor sólo de dos tantos, y obligaron a los africanos a apoyarse en Hammed y en Ayed, autores de siete y seis tantos respectivamente.
España no estuvo nunca por debajo en el marcador en la primera mitad, aunque los primeros minutos se caracterizaron por la igualdad, con ventajas máximas de dos tantos para los de Pastor, una renta que en realidad era de tres, puesto que el empate era sinónimo de victoria.
Las paradas de Hombrados y la reacción de Romero
Hombrados se ocupó de mantener a raya a los dos hombres más peligrosos de Túnez, Hammed y Hmem, mientras que los ataques de ambos equipos mostraban problemas para marcar. Los españoles lograron superar dos exclusiones casi consecutivas y llegar al ecuador de la primera mitad empatados a seis y ese fue el momento del despegue.
Túnez se quedó con dos hombres menos y Rocas y Belaústegui aprovecharon para poner una renta de dos tantos, apuntalada por Alberto Entrerríos y el propio Rocas en dos ocasiones. Las buenas actuaciones de Hombrados hicieron que la renta española alcanzara los cinco tantos.
El seleccionador tunecino pidió un tiempo muerto y su equipo reaccionó hasta dejar la diferencia en tres tantos a falta de cinco minutos para el final. España se durmió a la espera del reposo, como sucedió en el encuentro anterior frente a Francia, y Túnez encontró hueco para acercarse a dos goles gracias a un postrero tanto de Ayed logrado sobre la bocina.
La reacción tunecina se mantuvo en el inicio de la segunda parte, gracias a Ayed y a Hammed y lograron igualar la contienda a los seis minutos de juego. Pero apareció Iker Romero, respaldado por el brillante portero, para volver a situar la ventaja en dos goles a favor de los españoles (20-22).
En esa renta se movían los españoles, más por el acierto de Hombrados -y de Barrufet, que salió para detener un penalti- que por la eficacia ofensiva de los de Pastor, que se estrellaron con el muro del guardameta Magaiez, lo que permitió a los africanos igualar el luminoso a 25 al poco de superarse el ecuador de la segunda mitad.
El nerviosismo se adueñó de España y apareció Ben Aziza que puso a Turquía por delante por primera vez en el partido (27-26) y a España fuera de Pekín. Pero llegó la reacción española de la mano de Garabaya, que empató a falta de tres minutos, y Rocas, que provocó la exclusión de Hammed y un penalti que él mismo transformó. Con superioridad en la cancha, a los de Pastor sólo les restó gestionar una renta que les llevaba directamente a Pekín.