La co-anfirtriona Austria necesita mejorar su juego ante Croacia
- Los locales se enfrentan al verdugo de Inglaterra en la fase previa
Austria y Croacia abren su participación en la Eurocopa en un partido que, sobre todo para los locales, se plantea como decisivo a la hora de marcar la posibilidades de éxito en la competición.
Los alpinos se enfrentan al difícil reto de ofrecer un buen papel como anfitriones, sobre todo tras una fase de preparación que ha arrojado un pobre resultado deportivo, con sólo dos victorias (Costa de Marfil y Malta) en 15 partidos.
Para lograrlo, Josef Hickersberger dispone de un núcleo de jugadores que en los que la inexperiencia, a excepción del veterano Vastic, el futbolista con más edad del torneo, es la nota común.
Para el partido Hickersberger dispondrá seguramente una estructura más defensiva que atacante, con cuatro defensas y cuatro centrocampistas y la tarea ofensiva reservada al delantero del Sporting de Braga, Roland Linz. En cualquier caso, el técnico austríaco sigue jugando al despiste y mantiene en secreto la combinación y el once titular que sacará al campo.
Por su parte, Croacia llega a la Eurocopa sin su estrella, el delantero del Arsenal de origen brasileño Eduardo da Silva, baja por lesión, y que ha dejado al combinado balcánico huérfano de goles en sus últimos encuentros.
Tras su soberbia actuación en la fase eliminatoria, en la que apearon del torneo a Inglaterra, el juego de los balcánicos ha bajado sustancialmente desde el pasado febrero. De ahí que la actitud sumamente optimista frente a la Eurocopa ha cedido paso a la preocupación y recelos, en la afición y en los medios.
Para su encuentro inaugural en la competición continental, el entrenador Slaven Bilic dispone de un potente centro del campo, con los virtuosos Luka Modric y Niko Kranjcar así como los todoterrenos Kovac, Ognjen Vukojevic o Jerko Leko. Por la derecha, Darijo Srna proporciona verticalidad y pases a lo Beckham.