Rafa Nadal hace historia ante Roger Federer y logra su cuarto Roland Garros consecutivo
- El mallorquín iguala el récord de Bjon Borg
- El sueco entrega el trofeo a su "sucesor"
- Nadal cierra el torneo sin ceder un solo set
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Rafa Nadal hizo historia. Ganó su cuarto Roland Garros consecutivo, el tercero ante el número uno del mundo, Roger Federer, igualando el récord que ostentaba el sueco Bjon Borg. Además, lo hizo sin ceder un solo set en todo el torneo, avasallando al finalista con un 6-1, 6-3 y 6-0.
Federer se dejó vencer por sus dos peores enemigos: Nadal y los nervios, los que pierde cada vez que se enfrenta al mallorquín en tierra batida. El español llegaba a la final en un estado de forma inmenso, barriendo a todos sus rivales. Mientras, Federer dejó muchas dudas tras su semifinal con el francés Gael Monfils, del que le separan 28 puestos en el ránking mundial.
Al suizo no le quedó más remedio que reconocer la superioridad de su rival en su discurso, a la vez que repetía la misma promesa que las dos ediciones anteriores: volver a intentarlo el año que viene.
Nadal, por su parte, le agradeció a su amigo la actitud tan caballerosa de la que hace gala en todos sus enfrentamientos (pese a las constantes victorias del mallorquín). Además, aprovechó para ganarse al público, mayoritariamente a favor de Federer, empezando su speech en francés, aunque luego siguió en inglés y en español.
Lo que se vio dos horas antes, pese a lo previsto, sorprendió a casi todos (casi porque algún periodista de RTVE.es fue tachado de loco por sus compañeros de redacción), puesto que era de esperar un duelo más igualado entre los dos mejores tenistas del mundo. Tras la exhibición de Nadal, quizá no sea demasiado aventurado decir el número uno... y el otro número uno.
El partido empezó de cara para Nadal, endosando un break al aspirante para dejar las cosas claras desde el principio. No obstante, Federer no se desquició (todavía) y los tres primeros juegos se resolvieron todos tras sendos deuce (2-1).
Fue entonces cuando el campeón metió la directa y le contestó con dos juegos en blanco, uno con su servicio y otro con una rotura. Federer se descompuso y regaló el primer set con errores no forzados que mostraban su nerviosismo.
Por fin aparece Federer
No se vio al mejor Federer hasta el décimo juego, en el segundo set, y ello tras perder los dos primeros. Tirando de orgullo, el suizo desplegó su mejor tenis en toda la final y devolvió el break a Nadal. El público entonces se animó y comenzó a ovacionar cada punto logrado por el número uno, confiando en la remontada o, por lo menos, en ver una final más larga.
Sin embargo, se podía anticipar el resultado final del partido repasando las estadísticas hasta el momento: Federer no ganaba un solo punto con su segundo servicio y Nadal disponía de puntos de rotura en todos los saques del suizo.
Así sucedió lo que tenía que suceder en el octavo juego del segundo set y Nadal aprovechó la cuarta bola de break para ponerse 5-3 y sacar para ganar la segunda manga. Lo hizo y se puso 2-0 por primera vez en la mini-historia de las finales de París entre ambos.
En ese momento se rindió Federer. El número uno del mundo se convirtió en un juguete de Nadal, que ganaba un juego detrás de otro, con o sin su saque, para poner un humillante 6-0 en el tercer set, merced a los errores no forzados de su rival. Ahí se terminó también la resistencia del público de la Philippe Chartier de París, que no tuvo más remedio que rendirse ante el tetracampeón de Roland Garros: Rafel Nadal.
En la entrega de trofeos le esperaba el mejor regalo al español. El sueco Bjon Borg, el anterior tetracampeón, fue quien le entregó el trofeo.