Francia pone a prueba la transición post-Zidane
- Ribery y Benzema lideran a la nueva generación gala
- Rumanía gira en torno a Adrian Mutu
Francia, la subcampeona del mundo, pone a prueba en el estadio Letzigrund de Zúrich su capacidad de renovación contra Rumanía, candidata a la sorpresa tras su espectacular fase de clasificación.
Dos años después de alcanzar la final del Mundial con una generación a la que se había querido jubilar antes de lo debido, el conjunto de Raymond Doménech acude a otra gran competición con el cartel de favorita, pero con tantas dudas como entonces.
Ahora no se trata de que sean demasiado veteranos, que también los hay, el problema es comprobar si el recambio está a la altura de sus predecesores. Y eso es casi imposible, si de quien se habla es de Zinedine Zidane.
Los problemas que han padecido en la fase de clasificación, en la que hasta el último momento se vio amenazada por Escocia, no han ayudado a ir introduciendo con calma a los jóvenes valores galos.
El líder, ahora, es Franck Ribery, pero de los jóvenes tan sólo Karim Benzema, el delantero centro del Lyon que, como Zidane, tiene origen argelino, se ha consolidado como una estrella continental.
Doménech tiene más problemas. Esperará hasta el último momento antes de decidir si prescinde en el torneo de Patrick Vieira, porque lo considera un jugador fundamental en el centro del campo, pero aunque mejore la lesión en el cuádriceps de la pierna izquierda, el estado físico del jugador no es óptimo.
La Federación Francesa ha hecho, además, una libre interpretación del artículo 16 del reglamento de la competición que permite cambiar jugadores antes del primer partido, "por lesiones graves". Vieira está descartado para el partido contra Rumanía, pero ha tocado balón en los entrenamientos, algo difícil de justificar ante la comisión médica de la UEFA.
Su recambio es Mathieu Flamini, que cerró su pase al Milán antes de viajar a Suiza, donde ha estado con el resto de la selección desde el principio.
No sólo Vieira tiene problemas físicos. Ribery no se ha entrenado con normalidad y Thierry Henry está renqueante tras sufrir un golpe en el amistoso contra Colombia y no ofrece muchas garantías, después de la pobre impresión que ha dado esta temporada en el Barcelona.
Rumanía es una amenaza latente, un equipo sin un gran cartel que aparece respaldado por los números. Quedó por delante de Holanda en la fase de clasificación y ha sido la última selección que derrotó a a la selección española de Luis Aragonés, en un amistoso disputado en Cádiz en noviembre de 2006.
Aislados por Victor Piturca, Rumanía sólo ha visto desestabilizada por todo lo que rodea a su "estrella", Adrian Mutu, que fue condenado el viernes por la FIFA a pagar 12 millones de euros al Chelsea, en compensación por haber dado positivo por cocaína cuando jugaba en el club londinense.
No paró ahí la mala racha para el atacante del Fiorentina, que un día después recibió la noticia del fallecimiento de su abuela.
Como todo gira alrededor de Mutu en Rumanía, de la capacidad de éste para abstraerse de todos esos problemas dependerán en gran parte las opciones de los Piturca.