Una Italia a medio gas
- La eliminación ante España supone el final de una etapa de indefinición táctica
- Por una vez, la columna vertebral del equipo azzurro, su defensa, no ha sido su punto fuerte
- Italia no ha conseguido superar la ausencia de Fabio Cannavaro
Italia ha pasado por la Eurocopa con más pena que gloria. En la fase de grupos, cayó por goleada ante Holanda (3-0), sobrevivió gracias a un penalti detenido por Buffon ante Rumanía (1-1) y sólo fue capaz de mejorar su imagen a costa de una Francia en ruinas (2-0). La eliminación en cuartos de final ante España ha supuesto el final lógico de una etapa caracterizada por la indefinición táctica, con un Roberto Donadoni que ha intentado llevar a la selección italiana más allá del catenaccio (el planteamiento del cerrojazo y del contragolpe), y ha visto cómo su experimento se quedaba en nada.
Pese a que el técnico italiano ha asegurado que no piensa dimitir, ya es un secreto a voces el regreso de Marcello Lippi, aunque el despido de Donadoni le costará 600.000 euros a la Federación Italiana.
La errática trayectoria italiana viene de antes de la Eurocopa. El equipo de Donadoni llevó a cabo una fase de clasificación bastante mediocre, en la que logró el billete para Austria y Suiza en el último suspiro, después de ganar a Escocia por 1-2, con un gol de Panucci en el minuto 90.
Por una vez, la columna vertebral del equipo azzurro, su defensa, no ha sido su punto fuerte. Por planteamiento y también por necesidad, ya que Donadoni se vio obligado a improvisar un centro de la defensa que quedó herido de muerte debido a la baja por lesión de Cannavaro. El capitán era la piedra angular del equipo, y el conjunto italiano no ha sabido sobreponerse a su ausencia.
Tras la estrepitosa derrota ante Holanda, Donadoni desterró a la suplencia a Materazzi, el otro central clave en el planteamiento del 'cerrojazo', con lo que tuvo que echar mano de dos jugadores como Panucci, un lateral derecho reconvertido, y Chiellini, un central suplente que a pesar de todo ha desempeñado su cometido con bastante solvencia.
En el centro del campo, el equipo también acusó en el encuentro contra España la baja por acumulación de tarjetas de su director de orquesta, el mediocentro del Milan Andrea Pirlo. Sin él, De Rossi quedó como encargado de la distribución del juego y de las jugadas a balón parado, y no hubo color.
En la delantera, su mayor baza ofensiva, Luca Toni, tan solo ha mostrado destellos fugaces de su calidad y no ha conseguido marcar ni un solo gol. De esta manera, el jugador del Bayern de Munich parece haber dado la razón a quienes le achacan una gran torpeza. Otro de los jugadores que podía prometer gol, el veterano Alessandro del Piero, apenas ha dispuesto de minutos.
"Los delanteros ganan partidos, mientras que los defensas ganan campeonatos". La máxima del fútbol italiano se ha quedado esta vez sin recompensa. Empleando sus mismas armas de contragolpe, aunque con un fútbol más creativo, España ha conseguido eliminar de la Eurocopa al campeón del mundo.