El metro de Pekín sufre para asimilar a los conductores sin volante
- La situación contrasta con las calles semidesiertas
El metro de Pekín ha sufrido varios retrasos, llegando a cerrar por momentos algunas de sus estaciones más concurridas, al ver incrementado su número de usuarios a causa de las nuevas restricciones de tráfico dictadas para mejorar el tráfico en la antesala de los Juegos.
En el primer día posterior a la entrada en vigor de la nueva regulación de tráfico y seguridad, y con las calles notablemente despejadas respecto a lo habitual, el caos se ha trasladado de las principales arterias de la ciudad a las estaciones más transitadas del metro.
Pese a descongestionar las calles de la capital china, el nuevo estatus ha provocado una avalancha de nuevos usuarios en el suburbano pequinés, en su mayoría conductores que no han podido utilizar su vehículo.
La regulación obliga a los vehículos de particulares a circular en días alternos en función de su número de matrícula, par o impar, resultando afectados los segundos este lunes, al tratarse del primer día de la semana.
Un portavoz de la Oficina de Prensa del Metro de Pekín ha indicado a Efe que la situación ha coincidido con la aplicación de un nuevo sistema en el que los trenes pasan con menor frecuencia, tras la apertura de tres nuevas líneas de metro el pasado fin de semana.
Según la misma fuente, este sistema, "tan seguro como el original", comenzó a funcionar el pasado 28 de junio, y se ha visto en parte superado por la afluencia de estos nuevos usuarios.
"Cuando se acumula mucha gente en los andenes, se cierra la estación", ha explicado el portavoz, quien ha precisado igualmente que estaciones como Jianguomen y Fuxingmen, en la que se cruzan la línea 1 (roja) y la línea 2 (azul), han permanecido cerradas durante intervalos de 15 minutos en las horas punta.
Así, los trenes de la línea 2, que rodea el centro de la ciudad, y en hasta seis estaciones conecta con otras líneas, han sufrido esta mañana retrasos de más de 30 minutos en su recorrido.
El nuevo sistema, además de la reestructuración de trenes y horarios, ha supuesto el establecimiento de controles de seguridad similares a los de los aeropuertos en todas las estaciones del metropolitano, una medida que se extenderá hasta el próximo 20 de septiembre, cuando finalicen los Juegos Paralímpicos.