La selección española apabulla a Hungría

• Los de Aíto García Reneses vencen por 103 a 45
• La nota negativa, el esguince de tobillo de la "bomba" Navarro

El pívot de la selección española de baloncesto, Felipe Reyes, entra a canasta en el partido de su selección contra Hungría.

La selección española de baloncesto prosiguió su racha triunfal en sus encuentros preparatorios para los Juegos Olímpicos con una aplastante victoria (103-45) ante la débil Hungría, sustituta a última hora de Croacia, selección que en principio debía haber sido el rival del conjunto de Aito García Reneses.

 Y todo ello en un encuentro en el que la selección de la "eñemanía" no dio la sensación de forzar en ningún momento el ritmo frente a una Hungría que intentaba capear el temporal como podía, algo que, visto el resultado, no fue demasiado.

Los hermanos Gasol fueron los más destacados del encuentro con 32 puntos y una valoración de 50 para Pau y 20 puntos para Marc. España nunca encontró un rival en la selección magiar por lo que el enfrentamiento se convirtió en un entrenamiento con 10.500 espectadores a los que no les importó en absoluto la gran diferencia que existió en el encuentro y que impidió que tuviera cualquier atisbo de emoción.

A falta de ello, el combinado español se dedicó a ensayar jugadas ofensivas y defensivas y a intentar agradar a un público deseoso de ver a su selección. España, jugando al "tran-tran", superaba sin demasiado esfuerzo a su oponente ya que los jugadores hispanos eran tremendamente superiores, individual y colectivamente, a los húngaros y casi sin esfuerzo abrieron brecha en el marcador desde el pitido inicial.

Al final del primer cuarto España ya doblaba a su rival (26-13) y en el descanso iba camino de superar el centenar de puntos (54-26), algo que así ocurrió al final (103-45). El técnico español reservó en este encuentro al base Rául López, con problemas físicos, mientras que los demás jugadores se repartieron minutos como ya está siendo habitual.

Navarro da un susto al lesionarse el tobillo

El único dato negativo del encuentro fue la lesión en el tobillo izquierdo que se produjo Juan Carlos Navarro cerca del final del encuentro, que tras las primeras estimaciones médicas parece que se quedó en un esguince leve. Tras las primeras exploraciones del equipo médico el jugador afirmaba sentirse bien, lo que disipó cualquier temor a que la lesión pudiera apartar a la "Bomba" de los Juegos Olímpicos.