Deferr: "Si esto es una guerra, vamos a luchar"
- "Pero si no saco una medalla no pasa nada, ya tengo dos", comenta el gimnasta
- Hablan los principales componentes del equipo de gimnasia
- Deferr y Martínez pronostican 23 medallas para España
El veterano gimnasta Gervasio Deferr ha llegado a Pekín con la responsabilidad sobre los hombros de poder ser el primer español que se cuelga tres oros olímpicos. "Tengo sensaciones muy buenas, estoy muy preparado y lo voy a dar todo, como siempre", dice apenas unas horas después de probar por primera vez los aparatos del Pabellón Nacional Olímpico donde, desde este sábado, España busca llegar a lo más alto.
"Todo lo que teníamos que hacer ya está hecho", reconoció el atleta tras un entrenamiento "no muy bueno" debido al cansancio y la todavía escasa aclimatación al sofocante clima chino.
"A nivel de equipo estamos muy bien, y a nivel individual yo también. En Sydney, en mis primeros Juegos, tenía 19 años; en Atenas 23 y ahora 27. He demostrado a todo el mundo que llevo mucho tiempo compitiendo al más alto nivel, y quiero seguir ahí. Quiero meterme en la final, y si lo consigo, voy a darlo todo. Si esto es una guerra, vamos a luchar. Pero tampoco me obsesiono. Si no saco una medalla no pasa nada, ya tengo dos", asegura.
Sin embargo, el objetivo no es trivial. En un año en que los atletas chinos llegan a un nivel estratosférico y encima juegan en casa, y con los estadounidenses, alemanes y japoneses al máximo nivel, repetir el oro en salto sería una hazaña en la historia del olimpismo español. Lo mismo que si lograra la medalla de suelo, que hasta ahora ningún gimnasta patrio ha conseguido.
"¿Que cuál medalla preferiría, si suelo o salto?", responde Deferr a una pregunta. Se lo piensa¿ "Hombre, si consiguiera el oro en salto sería el primer gimnasta del mundo que consigue ganar los Juegos en el mismo aparato tres veces seguidas, y eso sería maravilloso. Pero si la lograra en suelo sería el primer español en hacerlo. Después de tanto tiempo me lo merezco, ¿no? Pero no sé, la verdad es que cualquiera de las dos me gustaría", dice.
El miércoles por la mañana los componentes de la selección masculina han podido probar, por primera vez, el pabellón donde competirán a partir del sábado, y las impresiones han sido buenas. "Las instalaciones son perfectas", analiza Gervasio. "Lo peor está ahí fuera. Entre el cambio horario y las diferencias de temperatura, del calor agobiante del exterior al aire condicionado del pabellón, la aclimatación nos está costando, pero a partir del sábado estaremos al mejor nivel", sostiene.
Rafael Martínez, otro de los miembros de la selección nacional y que quedó quinto en la final olímpica de Atenas y que vuelve para intentar repetir cuatro años después su magnífica actuación, está igual de motivado. "Voy a luchar y a darlo todo. Mi objetivo es meterme en la final, entre los ocho mejores del mundo, y ahí es cuando hay que dejarse la piel. Hay rivales muy duros, pero yo voy a luchar por estar ahí", dice.
Una sensación que comparte Manuel Carballo, el menor de la saga de gimnastas españoles, que se estrena en los Juegos con la moral igual de alta. "El objetivo del equipo es meternos en la final, entre los ocho mejores. Nunca lo hemos conseguido en unos Juegos Olímpicos pero creo que esta vez no se nos puede escapar", dice.
Eso sí, todos están convencidos de que éstos serán "los Juegos de España". "Sacaremos 23 medallas", dice Gervasio. Su compañero Rafa Martínez coincide en la predicción. "Tenemos un equipo olímpico lleno de estrellas, como Gasol, Nadal o los chicos del baloncesto, pero también lleno de deportistas menos conocidos que se han dejado la piel estos años para demostrar que están al más alto nivel. Éstos van a ser los mejores Juegos en la historia de España", concluye Deferr. A partir del sábado será su turno de demostrarlo.