Nadal machaca a Hewitt sobre el cemento de Pekín
- Aplasta por 6-1 y 6-2 al jugador australiano, muy afectado por el calor
- El de Manacor gana por primera vez a Hewitt sobre pista dura
- Se ha mostrado intratable al saque y muy seguro al resto
Rafa Nadal se ha deshecho por la vía rápida del australiano Leyton Hewitt en la segunda ronda de los Juegos de Pekín, al vencer 6-1 y 6-2. Intratable al saque y muy contundente al resto, el español se clasifica para octavos de final de la competición olímpica que disputará contra el ruso Igor Andreev.
Parecía muy duro el escollo que tenía por delante el de Manacor. No por nada se enfrentaba a un contrincante al que nunca había ganado sobre pista dura, aunque el último enfrenamiento entre ambos sobre esta superficie se remonta a 2005, en dieciseisavos de final del Open de Australia.
Nadal sabía lo que se jugaba y tras el flojo encuentro frente al italiano Potito Starace en su debut en estos Juegos, el zurdo -aunque sólo en el tenis- no ha desaprovechado la primera ocasión que Leyton Hewitt le ha dado para romper su servicio en el cuarto juego del partido.
Con 3-1 a favor en la primera manga y cada vez más a gusto sobre la pista, el español ha empezado a pegar paralelos ganadores. Ninguno de los dos domina el juego en la red y nadie quería dejar el fondo de la pista, pero cada vez que Hewitt lo intentaba, Nadal le pasaba con un potente derechazo.
Estas dos locomotoras del circuito mundial -pese a que el australiano ahora es sólo número 38 en el ránking ATP- han reunido a mucha afición en las gradas que ha vibrado con el tenis largo, muy largo, que ha desplegado el próximo número uno de la ATP.
Con 5-1 y sirviendo para ganar el primer set, el mallorquín ha golpeado boleas a la línea. Un Hewitt desbordado y muy afectado por el calor de la capital china, no ha bajado los brazos y ha luchado hasta el final por la primera manga.
Hasta cuatro bolas de set ha necesitado el español para imponerse, tras un resto sensacional del australiano y un golpe no menos efectivo del de Manacor a los pies de Hewitt. El balance: 6-1 en 45 minutos de juego.
De rojo y con la bandera de España en el pecho, Nadal quería acabar pronto y ni se ha sentado tras vencer al resto el primer juego del segundo set. Por más esfuerzos que hacía el ex número 1, el tiempo iba contra él. Por eso cada vez que el australiano conseguía un punto, la grada -llena de ilustres invitados como Juan Antonio Samaranch- se venía abajo.
Los mayores apuros para el español han venido al resto en el tercer juego del segundo set,con dos buenos saques del australiano -entre ellos, un ace- que por primera vez le han permitido no pasar apuros para hacerse con su servicio. Un pequeño resurgir que le ha llevado a romper el servicio al español, quien rápidamente le ha devuelto el roto al asutraliano para situarse 3-2 en el segundo set.
A partir de ahí, paseo del español, con golpes ganadores a una mano y en carrera. Ni un minuto extra quería perder sobre la cancha y se ha mostrado imparable desde el fondo de la cancha, desde donde ha impuesto un ritmo imposible para el campeón de la Copa Davis en 2003.