Festival de récords del mundo en el 'cubo acuático'
- Caen cuatro marcas mundiales en las cuatro primeras pruebas
- La italiana Pellegrini ha superado su propia marca en 200 libres con 1:54.82
- El australiano Sullivan recupera su récord mundial con 47 segundos y 5 centésimas
- El francés Bernard había batido su marca en la serie anterior con 47.20
La australiana Stephanie Rice hace lo propio en la final de los 200 estilos
Seis récords mundiales en una jornada inolvidable. La piscina del Centro Nacional Acuático de Pekín se ha convertido en un lugar de referencia en la historia de la natación, hasta el punto de que cuenta sus carreras por marcas mundiales.
El fuego lo ha abierto el francés Alain Bernard, que se ha tomado su particular revancha respecto a la final de los 4X100 libres y por partida doble: ha recuperado el récord del mundo -que le había arrebatado el australiano Eamon Sullivan en esa carrera- y ha batido al estadounidense Jason Lezak, que le arrebató el oro en la última relevo.
Lo ha hecho en las semifinales de los 100 metros libres, donde se ha impuesto por delante del sueco Nystrand, que ha hecho 47.91 y el propio Lezak, que con 47.98 no ha podido pasar de la tercera posición.
Sin embargo, Sullivan ha demostrado que es el auténtico 'cohete' de esta piscina, saliendo con la adrnalina a tope para recuperar la mejor marca mundial de todos los tiempos.
Lo ha hecho, y de sobra. Ha parado el reloj en los 47 segundos y 5 centésimas, acercándose a la frontera de los 47 segundos e imponiéndose a una leyenda de la distancia, el holandés Peter Van de Hoogeband, que busca un casi imposible tercer título consecutivo en unos Juegos Olímpicos.
Tres por debajo del récord
La carrera siguiente no se ha quedado atrás. El duelo entre la italiana Pellegrini y la estadounidense Hoff en los 200 libres se pensaba emocionante, sobre todo porque la italiana había batido el récord mundial frente a la gran favorita.
Sin embargo, ha superado todas las expectativas, con tres nadadoras por debajo del récord mundial, entre ellas la propia Pellegrini, que ha bajado su marca hasta los 1:54.82.
Le ha seguido la eslovaca Isankovic, que le ha puesto las cosas difíciles hasta el último momento, con 1:54.97, y la china Pang Jiaying, verdadera sorpresa de la carrera, que ha dejado a Hoff sin metal.
Luego llegaría Michael Phelps, que ante este panorama no podía ser menos: ha superado su propia marca en los 200 mariposa.
Kitajima, imparable en braza
El japonés Kosuke Kitajima se ha querido sumar a ese festival, pero no ha podido batir su propio récord de los 200 metros braza, aunque ha logrado la mejor marca olímpica con 2:08.61, demostrando una gran autoridad en este estilo, en el que ya ganó en los 100 metros.
Le ha seguido en su serie el estadounidense Scott Spann con 2:09.08, la gran apuesta de su país para esta distancia pese a que el corazón de toda la expedición americana estaba con su compañero Eric Shanteau, enfermo de cáncer, que ha nadado la segunda semifinal, pero solo ha podido ser sexto.
Pese a su historia de superación, Shanteau siempre ha estado lejos de la cabeza de la carrera, que ha ganado el canadiense Mike Brown con un tiempo de 2:08.84.
Por su parte, las nadadoras chinas son las máximas favoritas para llevarse el oro en los 200 mariposas tras la victoria de Liuyang Jiao y Zige Liu en las dos series semifinales.
Rice, estilo propio
Quien sí ha podido batir su propio récord es la australiana Stephanie Rice, que ha ganado la final de los 200 metros estilos, como ya hiciera en los 400 metros estilos, batiendo además el récord del mundo de la especialidad, que ha dejado en 2.98.45 centésimas.
La zimbabuense Kirsty Coventry ha logrado la plata y la estadounidense Natalie Coughlin se ha hecho con el bronce.
Y, para cerrar, la marca de infarto del cuarteto estadounidense de 4X200, que ha bajado de los siete minutos, con 6:58.56, cinco segundos menos que su propia marca anterior. Una nueva plusmarca que ha supuesto, además, la medalla de oro número 11 para Phelps.