Poco premio para el Valencia
- El conjunto local jugó mejor, pero el Madrid tuvo más efectividad
- El resultado (3-2) deja todo por decidir en la vuelta
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El Valencia gana el primer asalto de la Supercopa de España (3-2) y obliga al Madrid a remontar en el Bernabéu. El conjunto ché vio premiada la fe en sus argumentos futbolísticos, su mayor disposición a llevar la pelota al área contraria sin especular.
Un equipo, el valencianista, que no se pareció en nada al de la temporada anterior y no se descompuso, ni con el primer gol en contra ni con el del empate. Y es que las cosas no empezaron demasiado bien para el conjunto de Emery. Desde el inicio salió al ataque y obligó a Casillas a ganarse de nuevo el título de 'San Iker'.
Sin embargo, al contrario que el Valencia este Madrid tiene la virtud de no avisar. En una de las primeras ocasiones que tuvo llegó el 0-1. Van Nistelroy pinchó un gran centro de De la Red y cruzó un disparo raso al palo derecho de la meta defendida por Hildebrand. Un Madrid muy parecido al de la temporada pasada y eso que en el campo estaban de salida las tres incorporaciones del equipo esta temporada: De la Red, Javi García y Rafael Van der Vaart.
Con ventaja en el marcador, el conjunto de Schuster se dedicó a especular, dejando el peso del partido a los locales. La presión del cuadro valencianista obligó a Diarra a ayudar a una descompensada defensa, que todavía no había recibido el castigo merecido a sus errores.
Pero no se puede aguantar 90 minutos a base de suerte. El Valencia siguió con el mismo guión tras el descanso, convencidos de que pronto se haría justicia en el marcador. A los diez minutos llegó el empate, obra de un canterano del Madrid: Juan Mata. Éste fue el encargado de asistir a Villa tres minutos más tarde para dar la vuelta al marcador. El 'guaje' estaba inexplicablemente solo en el primer palo y cabeceó a placer.
Los goles obligaron a Schuster a mover el banquillo y dar entrada a Sergio Ramos y Robben, éste en lugar de un desdibujado Robinho, centro de atención los días previos (y las horas) por su posible marcha al Chelsea. Por cierto que el presidente del Madrid, Ramón Calderón, se encargó de desmentir su marcha minutos antes del partido.
Acertó el técnico madridista con los cambios y una internada del extremo holandés la remató su compatriota Van Nistelroy en el minuto 67, en uno de los pocos balones que tocó el delantero. Dos tiros, dos goles, efectividad máxima.
Con la entrada de Ramos parecía que se iban a solucionar los problemas defensivos del Madrid, pero Silva y el recién incorporado Vicente se encargaron de poner una vez más en evidencia a la zaga blanca. Una combinación entre ambos la remató el segundo en el minuto 80 ante la pasividad de los centrales.
El partido, que fue vibrante, sobre todo en la segunda parte y sobre todo gracias al Valencia, no dio para más. Las espadas quedan en todo lo alto y el campeón de la Supercopa de España se decidirá en una semana en el Bernabéu.