Mengual y Fuentes logran la primera medalla para España en sincronizada
- Las españolas han logrado la plata en la modalidad de dúo de natación sincronizada
- Gemma Mengual logra su primera medalla olímpica en su palmarés
- España aspira a lograr otra presea en la modalidad de equipos
A sus 31 años, y con 31 medallas en Mundiales o Europeos colgadas en su casa, la nadadora Gemma Mengual se ha sacado, por fín, la espinita que le quitaba el sueño desde hace ocho años. Junto a Andrea Fuentes, ambas han logrado en los Juegos de Pekín la medalla de plata en la modalidad de dúo (98.334 puntos), la primera de las dos a las que aspira la catalana.
El oro fue para las rusas Anastasia Davydova y Anastasia Armakova (99.251), que se mostraron absolutamente imbatibles durante toda la competición, mientras que el bronce, en un reñidísimo duelo asiático, fue finalmente para las japonesas Saho Harada y Emiko Suzuki (97.187).
"A las rusas les toca el oro, se lo merecen, por su regularidad y su trabajo, pero nosotras queremos estar ahí arriba y aspiramos a superarlas algún día", vaticinaba la entrenadora española, Anna Tarrés, ayer, tras el ejercicio que les valió a las españolas el pase a la final. Y así fue.
Un 10 en ejecución artística
Pero las españolas salieron a la piscina de Pekín a darlo todo en el agua, con un ejercicio de una dificultad técnica espectacular y ejecutado con una velocidad y una sincronización elevadísima.
Mengual y Fuentes saltaron al agua justo después de la pareja china y comenzaron su rutina libre con una espectacular apnea de casi 30 segundos, en la que ejecutaron movimientos de elevada dificultad técnica, recorriendo además buena parte de la piscina de el Cubo.
Jugando en todo momento con la mirada y la expresión de las manos, las españolas cautivaron a los jueces con su interpretación de la ópera moderna Flama flama, con música del belga Nicolas Lens, que terminaron con una sincronización casi perfecta. La suficiente, en cualquier caso, para que una de las jueces volviera a otorgarles un 10 en la ejecución artística, tal y como sucedió ayer en las preliminares.
En las gradas, la reina Sofía y la infanta Cristina aplaudían orgullosas la actuación de las españolas, como el resto de componentes del equipo de sincronizada, que han dejado por un rato la concentración previa a su actuación de mañana para animar a sus compañeras. Ya en el podio, Gemma y Andrea se deshacían en lágrimas mientras la Reina y la Infanta ondeaban la bandea.
Las rusas, inalcanzables
Sin embargo, poco pudieron hacer Mengual y Fuertes para superar a las rusas, que se mostraron inalcanzables en Pekín. Las Anastasias salieron a la piscina en penúltima posición, después del resto de sus competidoras, pero con la responsabilidad que supone saber que un fallo, por pequeño que fuera, podría dejarlas fuera de lo más alto del podio. Sin embargo, las rusas no fallaron, y ejecutaron una rutina al compás casi perfecta, que ocho de las diez jueces puntuaron con un 10.
El otro duelo de la tarde fue el que se produjo entre japonesas y chinas. Las primeras tienen en su honor haber ganado al menos una medalla en todas las competiciones olímpicas celebradas hasta la fecha, mientras que las segundas son la revelación de las últimas temporadas y llegaban a Pekín después de haberse hecho con el Campeonato de Asia. Aunque ambas parejas empataron en tercera posición en la ejecución del ejercicio libre en las preliminares, en el técnicos las japonesas consiguieron 0,166 puntos más, lo que les valió para llevarse finalmente el bronce.
La cuarta posición fue para la pareja china, formada por las hermanas gemelas Tingting y Wen wen Jiang, que encandilaron al público y ejecutaron en su rutina uno de los ejercicios más difíciles que se han visto hasta ahora en la piscina de Pekín: entre las dos forman un cuadrado con sus piernas fuera del agua, una figura que habitualmente requiere cuatro nadadoras para poderla realizar.