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España consigue una trabajada medalla de bronce en balonmano

  • España ha desplegado un juego brillante en la segunda parte
  • Los croatas se han bloqueado en este tiempo y han dado alas a la roja
  • Los de Juan Carlos Pastor han jugado como un equipo

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Bronce en balonmano

España ha ganado la medalla de bronce ante Croacia en balonmano por 35-29 después de que en Atlanta 1996 y en Sidney 2000 se subiera también al tercer peldaño del podio.

Los de Juan Carlos Pastor han mejorado su juego significativamente en la segunda parte, sobre todo en la segunda mitad, donde han desplegado un juego magnífico, en comparación con la pobre actuación ante Islandia.

Los españoles han olvidado su derrota previa ante los croatas y han salido sin complejos al campo, lo que les ha permitido ganar la revancha ante unos croatas que se han encontrado con una defensa mucho más firme y organizada que la que se presentó en el partido ante Islandia.

Una primera parte de indecisión

Sin embargo, el guión del encuentro empezó de otra manera. España tardó cuatro minutos en ver la portería. Alberto Entrerríos, que estaba físicamente "tocado", marcó un gol que estuvo vigente hasta el minuto siete, síntoma de que España salió bloqueada en ataque. Jugaba muy rápido, sin pausa alguna y con demasiado apremio.

Sin embargo, los de Juan Carlos Pastor salieron "enchufados" en defensa y Hombrados también. Con el pivote muy abierto, Croacia buscaba los huecos que los españoles se empeñaban en sellar. La cosa no iba mal 5-5 (min. 12).

La única rémora era no aprovechar las superioridades, pero eso no es nuevo, es un déficit adherido al equipo español. Por el contrario, dos exclusiones de Belaustegui lastraron a los de Pastor, los croatas se marcharon 8-6, pero España recurrió a Prieto e Iker para equilibrar la balanza. Un gol de Juanín García puso a los españoles por delante (9-10).

España ha sido un equipo

Albert Rocas, el mejor español del torneo olímpico, no estaba hoy especialmente "iluminado", pero España era hoy un equipo y donde no llegaba uno llegaba el de al lado. Sólo así se podía contrarrestar la fortaleza de Ivano Balic y los suyos.

El central croata se fue al banquillo con un amago de lesión muscular pero volvió aún con más fuerza. Su talento siempre marca las diferencias. Hoy también y Croacia, última campeona olímpica, se fue al descanso dos arriba con España otra vez "bloqueada" en ataque, sobre todo desde los nueve metros.

Los españoles parecían físicamente más enteros, pero Croacia manejaba mejor el ritmo. Su control fue admirable en esta fase, siempre inteligentes y eligiendo la mejor opción. Hombrados paró, y mucho, pero al descanso el 14-12 no hacía sino reflejar el notable esprint final de los balcánicos.

España se despierta en la segunda parte

Un parcial de 3-0 en la reanudación cambió el estado del partido. De la mano de Hombrados y de Víctor Tomás, España se puso 14-15. Fue una fase valiente, colérica y decidida de los españoles y Croacia se tambaleó. Sin embargo, los gigantes no se desploman fácilmente y los croatas todavía aguantaron en pie, aunque no mucho.

Que España estaba más entera en el aspecto físico era una evidencia, por eso el partido acabó siendo "una riña" de la fuerza y la velocidad contra la técnica, la experiencia y el carácter ganador de los croatas.

España se agarró a sus extremos, Juanín, Víctor Tomás y Davis, para colocar un 19-21 en el electrónico que ya invitaba al optimismo. Durante mucho tiempo España estuvo dos goles arriba. Mediado el segundo periodo se puso 22-26. Los de Pastor ya estaban "hilvanando" la cinta de la medalla y el técnico vallisoletano lo sabía. ¡Ya lo tenemos!, decía desde el banquillo.

Croacia se paró "en seco" en la frontera de los 22 goles. Ahí estuvo el partido. Balic aparecía cansado y España apretó todas las clavijas en defensa. Las luces en ataque las encendieron entre todos, Belaustegui, Iker, Entrerrios o Prieto, todos ayudaron para colgarse el bronce mientras a Croacia se le "fundían" los plomos.

La selección española tuvo hoy alma de equipo. La medalla fue la consecuencia lógica de su espíritu solidario. Es el tercer bronce olímpico en doce años. El balonmano español sigue arriba.