Robinho endurece su discurso y ataca a Schuster
- "Schuster no es mi padre, es mi entrenador", recordó
- El brasileño carga contra la directiva por no querer renovarle en mayo
- Cruce de declaraciones entre Madrid y Chelsea a través de Internet
El madridista Robinho ha endurecido su discurso al atacar por primera vez a su técnico, Bernd Schuster, por defender la idea de que debe seguir en el Real Madrid, después de reiterar su deseo de jugar en el Chelsea y mostrarse convencido de que su actual club le quiere retener por la ausencia de otros fichajes.
Robinho compareció durante sólo siete minutos ante la prensa, a la que había convocado él mismo. Lo hizo visiblemente nervioso, entre una gran expectación y con más de media hora de retraso, para pedir al Real Madrid, a un día y medio del cierre del mercado de fichajes, que acepte la oferta del Chelsea. Está dispuesto a quedarse en la grada si le retienen.
"La situación no ha cambiado nada. Siguen las negociaciones, yo sigo con la misma idea de marcharme del Real Madrid, quiero jugar en el Chelsea. Se lo he dicho al presidente, directivos, Mijatovic y al entrenador. Por enésima vez lo digo ante la prensa. Todavía el entrenador piensa que me puede recuperar, pero mi cabeza está en el Chelsea", afirmó el internacional brasileño.
El delantero brasileño conoce que el principal defensor de su continuidad en el Real Madrid es Bernd Schuster. Por eso, dio un paso más en su estrategia y por primera vez se enfrentó públicamente al entrenador alemán.
"Schuster no es mi padre, es mi entrenador. No me va a obligar a hacer nada. Está mirando sus objetivos y yo el mío. Hasta ahora no tenía ningún problema con él. El presidente y Pedja (Mijatovic) me dejan salir, el club está de acuerdo conmigo, pero Schuster no porque se ha comprometido a recuperarme. Si piensa eso, es problema suyo. No quiero seguir en el Real Madrid", aseguró.
Robinho contó su versión sobre los acontecimientos que le han llevado a tomar la decisión de abandonar el conjunto madridista, en el que jugado los tres últimos años.
"Me ha molestado que desde mayo mi padre y mi representante hayan intentado renovar mi contrato, pero el club pensaba fichar a Cristiano Ronaldo y no tenía tantas ganas de renovarme", dijo.
"No fue una, ni dos, ni tres veces las que mi representante y mi padre fueron al club a renovar. Han ido más de mil veces y el club tampoco se interesó mucho por mi permanencia. No tengo nada contra Cristiano, me parece un excelente jugador, pero tengo mi valor y mi orgullo. Ahora como el club no ha conseguido fichar, mi salida es un problema. Tengo mi orgullo y mi intención es salir", añadió.
El delantero internacional brasileño desveló que las primeras conversaciones para su renovación fueron "a principio de mayo" y se enfadó porque "el club dijo que volvieran en septiembre cuando se cierran las negociaciones".
Fue el momento en el que asegura que cambió su forma de pensar. "Antes pensé que estaría diez años, pero no es posible y ahora tengo ganas de salir". Y está convencido de que aún no ha sido traspasado porque "el problema es que el club no ha conseguido fichar a nadie".
También tuvo palabras hacia la afición del Real Madrid, molesto porque se le está acusando de pesetero. Pensando en el caso de que tenga que quedase en el club, amenazó con quedarse en la grada.
"Quiero aclarar las cosas porque me llaman pesetero y no saben lo que ha pasado verdaderamente. Llegué al presidente con una propuesta del Chelsea, me dijo que si la propuesta era buena me dejaría salir. Estaba seguro de fichar a otro jugador pero ahora, como estamos al final y no han fichado a nadie, no quieren dejarme salir", insistió.
"Si tengo que estar una año sin jugar lo estaré. Me recuperaré porque soy joven, tengo 24 años, y es el destino", manifestó. Aunque dos minutos después también dijo que no podría negarse a jugar. "No me voy a negar, tengo contrato. Si me hiciesen jugar lo haría aunque no estaré contento".
Terminó insistiendo en que su relación con todos sus compañeros es buena pero que "Schuster debe asumir la responsabilidad" si se queda. No se siente utilizado por el Chelsea, un club acostumbrado a pagar altos costes por sus fichajes, pero que no supera los 35 millones de euros en su oferta.
"El Chelsea ha hecho el esfuerzo máximo ya. He hablado con Pedja y el presidente me dijo que me liberarían. La única persona que no me está dejando salir es el entrenador porque no le han fichado a nadie. La afición es una enamorada del club. Si me insultan, bajaré la cabeza y me quedaré callado sin decir nada", aseguró.
Cruce de comunicados entre Madrid y Londres
El Real Madrid mantiene que si la decisión del jugador brasileño Robinho fuera la de "rescindir unilateralmente su contrato", al club "no le quedaría más remedio que aceptarlo".
El club, que poco después de la conferencia de prensa de Robinho emitió un comunicado de respuesta, emplaza a Robinho a rescindir el contrato y critica que el brasileño se haya pronunciado en vísperas de un "importante partido oficial" en el que toda la atención "debe centrarse en el mismo, criterio que ha sido totalmente ignorado" por el jugador.
El Real Madrid, de paso, "lamenta profundamente el comportamiento de los dirigentes del Chelsea FC, que a pesar de conocer perfectamente la decisión de no traspasar al jugador han continuado realizando gestos y manifestaciones que han llegado al extremo de vender camisetas del jugador a través de su web oficial. Todo lo cual no ha hecho sino enturbiar la situación y confundir a la opinión pública".
La respuesta del Chelsea no ha tardado en llegar a través de un nuevo comunicado en el que defiende su comportamiento en las negociaciones por fichar al delantero brasileño.
"No hay nada de malo en confirmar públicamente nuestro interés por un jugador cuando el club involucrado ha recibido dos ofertas y está negociando con él. Por este motivo, rechazamos cualquier crítica por parte del Real Madrid", asegura.
Y termina defendiéndose por la acusación de la venta de camisetas con el nombre de Robinho. "Fue un accidente por el servidor externo y se rectificó tan pronto como se pudo y permitió que no se vendiese ni una sola camiseta", especificó.