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El italiano Daniele Bennati, nuevo líder de la Vuelta

  • Tom Boonen se prueba para el Mundial ganando en la meta de Córdoba
  • Paolo Bettini lanzó un ataque en el alto del día, pero fue neutralizado
  • Sastre y Contador guardan fuerzas para la contrarreloj del miércoles
  • El español Ricardo Serrano (Tinkoff) abandona tras una dura caída

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Tom Boonen gana la tercera etapa de la Vuelta Ciclista a España

El belga Tom Boonen (Quick Step) ha ganado a esprint la tercera etapa de la Vuelta a España, con llegada en Córdoba, imponiéndose en la línea de meta al italiano Daniele Bennati (Liquigas) y al alemán Erik Zabel (Milram). Gracias a las bonificaciones, Bennati es el nuevo líder de la ronda española, arrebatando el jersey oro a Alejandro Valverde.

Los 168 kilómetros de la etapa entre Jaén y Córdoba se decidieron en la última recta, después de que el pelotón neutralizara en el alto de San Jerónimo, de tercera categoría y principal obstáculo de la jornada, al protagonista de la jornada, el jienense Manuel Ortega (Andalucía Cajasur), que había saltado para lucirse ante sus paisanos nada más comenzar la etapa.

A lo largo de la etapa, hubo movimiento de hombres importantes, como como David Moncoutie (Cofidis), Davide Rebellin (Gerolsteiner), el propio líder, Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne), y sobre todo, el último vencedor en Córdoba, Paolo Bettini (Quick Step) que, sin embargo, no pudieron evitar la llegada masiva.

Boonen, doble vencedor de la París Roubaix, Vuelta a Flandes y campeón del mundo en Madrid'05, volvió a batirse con los grandes sprinters, y lo hizo de forma elegante, a su estilo habitual, con una potencia que doblegó al italiano Bennati, que tuvo el premio del liderato y del veterano Erik Zabel (Milram), mientras que el español Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel) se colocó entre los mejores, como cuarto clasificado, todos con un tiempo de 4h.25.24.

Todo un ídolo en Bélgica, Boonen, de 27 años, saboreó un triunfo de prestigio después de un triste verano. Un desliz con la cocaína le apartó del Tour, y su país le excluyó de la lista olímpica. Le queda el Mundial de Varese y para ello se prepara. Sus entrenamientos deben ir por buen camino a juzgar por su exhibición en Córdoba.

Hubo esprint, como estaba previsto, esta vez para especialistas puros, y se cumplió la sospecha de Valverde, quien predijo la perdida del maillot oro en la capital cordobesa. El murciano pasó a la segunda plaza a 7 segundos de Bennati, que se trabajó dicho honor pellizcando segundos en los pasos intermedios. Boonen se instaló tercero a 10 segundos.

Carlos Sastre y Alberto Contador tuvieron que moverse ante la lluvia de ataques en el Alto de los Jerónimos, pero salvaron la jornada con la mente puesta en la contrarreloj de Ciudad Real, donde el miércoles tendrá lugar el primer examen serio de la Vuelta.

Etapa movida desde el principio

Hay que ser torero para lanzarse a un ruedo asfaltado de 168 kilómetros a 36 grados centígrados, pero el ejercicio del kamikaze es la única posibilidad para que triunfen los más modestos, y rara vez lo consiguen. Pues se lió la manta a la cabeza Manuel Ortega, del Andalucía Cajasur, un jienense que salió de casa como un torpedo, con el sueño de estrenar su palmarés a los 27 años.

Un alarde de esfuerzo en solitario con el pavimento a punto de derretirse. Diferencias abismales, como los 15 minutos que abrió el andaluz en el kilómetro 46. Hasta que se puso a trabajar el Caisse D'Epargne del líder Alejandro Valverde.

Fue el principio del fin para el héroe anónimo, que empezó a ver las orejas al lobo poco a poco. El Liquigas mostró sus intenciones con Bennati arañando segundos en los pasos intermedios de Espejo y Córdoba, una clara intención de conquistar el maillot oro a orillas del Guadalquivir.

Bettini también se prueba

El Alto de San Jerónimo, a 28 kilómetros de meta, prestó sus cuestas para la batalla. Todo un campeón mundial y olímpico, el "grillo" Paolo Bettini, reventó la etapa con un arranque fulminante que le permitió neutralizar a Ortega y quedarse en solitario camino de Córdoba. Pero los grandes reaccionaron, primero con un salto de Iñigo Landaluze (Euskaltel), que arrastró a Valverde y luego a Davide Rebellin, el medallista de plata en Pekín.

Ya en la cruda y calurosa realidad, el grupo bajó los humos a Bettini y decidió dejar los mandos a los arquitectos del sprint, a los que iban a luchar por el sombrero cordobés que distingue habitualmente al vencedor en la capital del Califato.

Liquigas se puso al frente en la pelea de la alta velocidad, pero fue el Quick Step quien tomó posiciones bajo la pancarta de último kilómetro. Faltaba alguien ilustre en las llegadas masivas. Ese era Tom Boonen, quien reapareció ante la alta jerarquía para conseguir una bonita victoria y recuperar moral y confianza.

La cuarta etapa se disputará entre Córdoba y Puertollano, con un recorrido de 170,3 kilómetros, otra opción para los sprinters antes de la contrarreloj del miércoles.

Ricardo Serrano abandona con una fractura en la clavícula

El español Ricardo Serrano, del equipo Tinkoff, sufrió una fractura de la clavícula derecha tras sufrir una caída en el transcurso de la tercera etapa de la Vuelta a España disputada hoy entre Jaén y Córdoba.

Serrano, quien acabó la etapa, se salió en una curva y chocó contra un vehículo que se encontraba fuera de la carretera y que no obstaculizaba la marcha de los corredores.

Atendido por los médicos de la carrera, Serrano decidió llegar a la meta y posteriormente fue trasladado a un hospital de Córdoba. Serrano, vallisoletano de 30 años, profesional desde 2003 y vencedor de la Vuelta a la Rioja en 2006, no tomará la salida en la cuarta etapa entre Córdoba y Puertollano.